Prolapso rectal en perros

icon March 8, 2025
by:puaintapets

El prolapso rectal es una afección médica grave que puede afectar a perros de todas las razas, edades y tamaños. Ocurre cuando una porción del recto o el tejido que recubre el recto se extiende fuera del ano, a menudo parecida a una masa roja e hinchada. Si bien el prolapso rectal no es común, puede causar molestias, dolor y angustia significativos para el perro afectado. Si no se trata, puede provocar complicaciones como infección, daño tisular o molestias crónicas.

¿Qué es el prolapso rectal en perros?

El prolapso rectal se refiere a una afección en la que parte o todo el recto sobresale del ano. El recto es la última parte del tracto digestivo, justo antes del ano, y su función principal es almacenar las heces antes de que se eliminen del cuerpo. Cuando se produce un prolapso, el revestimiento del recto o todo el recto puede empujar a través de la abertura anal, lo que resulta en una masa o protuberancia notable.

Prolapso rectal en perros     Prolapso rectal en perros

El prolapso rectal se clasifica en tres grados:

  1. Grado I: El tejido prolapsado se puede reducir fácilmente (empujar hacia atrás) sin necesidad de cirugía.
  2. Grado II: El prolapso es más grave, pero aún se puede reducir manualmente.
  3. Grado III: El prolapso no se puede reducir manualmente y requiere intervención quirúrgica para su tratamiento.

Causas del prolapso rectal en perros

Varios factores pueden contribuir al desarrollo del prolapso rectal en los perros. La causa subyacente suele estar relacionada con el aumento de la presión dentro del abdomen, lo que obliga al tejido rectal a salir de la abertura anal. A continuación se presentan algunas de las causas más comunes del prolapso rectal:

1. Esfuerzo durante la defecación

Una de las causas más comunes del prolapso rectal en los perros es el esfuerzo crónico o excesivo al defecar. Esto a menudo se debe a: estreñimiento, diarrea u otros problemas gastrointestinales que hacen que el perro ejerza una presión excesiva al defecar. El esfuerzo puede empujar el recto fuera del cuerpo, lo que resulta en un prolapso.

2. Trastornos gastrointestinales

Ciertas afecciones gastrointestinales, como diarrea crónica, colitis, o infecciones intestinales, pueden provocar un esfuerzo repetido, lo que aumenta el riesgo de prolapso rectal. Parásitos como Ascárides, Anquilostomas, o tricocéfalos También puede irritar el tracto gastrointestinal, lo que contribuye al esfuerzo.

3. Traumatismo rectal o anal

Las lesiones en el recto o el ano, como las causadas por caídas, manipulación brusca o infecciones de la glándula anal, pueden causar hinchazón y traumatismo en los tejidos anales, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca un prolapso.

4. Tos prolongada o intensa

La tos debida a infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas o tos de las perreras puede ejercer una presión adicional sobre el abdomen, lo que puede provocar un prolapso rectal. La fuerza de la tos puede empujar el tejido rectal fuera del cuerpo.

5. Obesidad

Los perros con sobrepeso u obesidad son más propensos a desarrollar prolapso rectal porque el exceso de peso puede aumentar la presión abdominal, lo que dificulta que los músculos anales mantengan la alineación y la función adecuadas.

6. Tumores o crecimientos

Los tumores o masas dentro del recto o el ano, como los tumores benignos de la glándula anal o los cánceres malignos de recto, pueden obstruir el paso de las heces y contribuir al prolapso. Los crecimientos anormales también pueden causar irritación e inflamación, lo que provoca esfuerzo.

7. Trastornos neurológicos

Las afecciones que afectan a los nervios responsables de controlar el ano y el recto, como las lesiones de la médula espinal o los trastornos neurológicos, pueden interferir con la función intestinal normal y aumentar el riesgo de prolapso rectal.

8. Anomalías congénitas

Algunos perros nacen con defectos congénitos o problemas anatómicos que los predisponen al prolapso rectal. Estos problemas pueden implicar un tono muscular anormal, esfínteres anales débiles u otras malformaciones anatómicas que afectan la integridad del recto y el ano.

9. Infecciones e inflamación

Las infecciones y la inflamación del recto o el ano, como las infecciones bacterianas o los abscesos de las glándulas anales, pueden contribuir al desarrollo del prolapso rectal. La hinchazón de estas afecciones puede crear presión en el área rectal, lo que lleva al prolapso.

Síntomas del prolapso rectal en perros

El signo más obvio del prolapso rectal en los perros es la protuberancia visible del recto desde el ano. Sin embargo, hay varios otros síntomas que pueden estar presentes, dependiendo de la gravedad y la causa subyacente del prolapso. Entre ellas se encuentran:

1. Tejido rectal visible

El síntoma más llamativo del prolapso rectal es la aparición de tejido rojo e hinchado que sobresale del ano. El tejido puede parecer liso, brillante e inflamado y puede ser visible incluso cuando el perro no está defecando.

2. Dolor o malestar

Los perros con prolapso rectal a menudo experimentan dolor e incomodidad. Pueden quejarse, llorar o mostrar signos de angustia cuando están sentados o en movimiento. El área alrededor del prolapso también puede ser sensible al tacto.

3. Esfuerzo durante la defecación

Los perros con prolapso rectal a menudo muestran signos de esfuerzo cuando intentan defecar. Pueden pasar un período prolongado en el acto de defecar o parecen tener dificultad para defecar.

4. Sangre en las heces

En los casos más graves de prolapso rectal, el tejido rectal expuesto puede dañarse o ulcerarse, lo que provoca sangrado. Puede haber sangre en las heces o en el ano del perro.

5. Lamerse o rascarse el ano

Los perros afectados pueden lamerse o rascarse el ano más de lo habitual, tratando de aliviar la molestia o irritación causada por el prolapso.

6. Pérdida de apetito

En algunos casos, el dolor y la incomodidad asociados con el prolapso rectal pueden hacer que los perros pierdan interés en la comida o reduzcan su apetito.

7. Incontinencia fecal

A medida que el prolapso empeora, el perro puede volverse incapaz de controlar las deposiciones, lo que provoca incontinencia fecal o accidentes en la casa.

¿Cómo se diagnostica el prolapso rectal?

Si notas signos de prolapso rectal en tu perro, es esencial que busques atención veterinaria de inmediato. Un veterinario realizará un examen físico, que incluye una inspección minuciosa del ano y el recto, para confirmar el diagnóstico.

Prolapso rectal en perros

1. Examen físico

El veterinario inspeccionará el recto y el ano para determinar el alcance del prolapso y evaluar cualquier daño tisular asociado. Se examinará el tejido prolapsado en busca de signos de inflamación, infección o necrosis (muerte del tejido).

2. Tacto rectal

Se puede realizar un tacto rectal para detectar cualquier anomalía en el recto o en el canal anal, como tumores, objetos extraños o signos de esfuerzo.

3. Análisis de sangre

Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar la salud general del perro y para detectar cualquier infección o desequilibrio subyacente, como la deshidratación, que deba abordarse.

4. Imagenológico

En algunos casos, se pueden utilizar estudios de imagen, como radiografías o ecografías, para evaluar los órganos internos del perro y detectar cualquier causa subyacente, como tumores, obstrucciones gastrointestinales o problemas abdominales, que puedan estar contribuyendo al prolapso.

Tratamiento del prolapso rectal en perros

El tratamiento para el prolapso rectal depende de la gravedad de la afección y de la causa subyacente. El objetivo principal del tratamiento es reducir el tejido prolapsado y prevenir la recurrencia. En casos más graves, puede ser necesaria una cirugía.

1. Reducción manual

En casos leves de prolapso rectal (Grado I y Grado II), el tejido prolapsado puede ser reducido manualmente por un veterinario. Esto implica empujar suavemente el tejido rectal hacia su lugar. El perro puede ser sedado o anestesiado para reducir el dolor y el estrés durante el procedimiento.

2. Tratamiento quirúrgico

Para los casos más graves (prolapso de grado III), puede ser necesaria la cirugía. El veterinario puede realizar un procedimiento llamado colopexia, en el que el colon o el recto se suturan a la pared abdominal para evitar un mayor prolapso. En algunos casos, puede ser necesario extirpar una parte del tejido prolapsado si está dañado o necrótico.

3. Abordar las causas subyacentes

Si se identifica una causa subyacente del prolapso rectal, como estreñimiento, infección gastrointestinal o tumores, el veterinario trabajará para abordar ese problema. Esto puede incluir el uso de medicamentos, cambios en la dieta u otros tratamientos para mejorar la salud general del perro y prevenir un mayor prolapso.

4. Cuidados postoperatorios

Después de la cirugía o la reducción manual, el perro deberá ser monitoreado de cerca. El veterinario puede recetar analgésicos, antibióticos para prevenir infecciones y ablandadores de heces para reducir la tensión durante la defecación. También es importante hacer un seguimiento con el veterinario para chequeos regulares para garantizar una curación adecuada.

Prevención del prolapso rectal en perros

Prevenir el prolapso rectal en los perros puede ser un desafío, ya que la afección a menudo está relacionada con problemas de salud subyacentes. Sin embargo, hay varias medidas que los dueños de mascotas pueden tomar para reducir el riesgo:

1. Dieta adecuada y ejercicio regular

Asegúrese de que su perro tenga una dieta equilibrada que promueva una digestión saludable y movimientos intestinales regulares. Los alimentos ricos en fibra pueden ayudar a prevenir el estreñimiento, y el ejercicio regular puede ayudar a mantener un peso saludable y evitar la obesidad.

2. Chequeos veterinarios regulares

Las visitas veterinarias de rutina pueden ayudar a identificar y abordar problemas gastrointestinales u otros problemas de salud antes de que provoquen complicaciones, como el prolapso rectal.

3. Prevención de parásitos

Regular Desparasitaciones y Control de pulgas Puede ayudar a prevenir los parásitos intestinales, que pueden irritar el sistema gastrointestinal y contribuir al prolapso rectal.

4. Tratamiento oportuno de las afecciones subyacentes

Si a tu perro se le diagnostican problemas gastrointestinales, como diarrea, estreñimiento o una infección, es importante tratar la afección con prontitud para reducir el riesgo de prolapso.

Conclusión

El prolapso rectal en perros es una afección grave pero tratable. Puede causar una gran incomodidad y angustia a su mascota, y la intervención veterinaria inmediata es crucial para evitar complicaciones. Al comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para el prolapso rectal, los dueños de mascotas pueden estar mejor equipados para cuidar a sus perros y buscar atención médica oportuna. La atención veterinaria regular, una dieta saludable y la atención a la salud gastrointestinal pueden ayudar a prevenir esta afección y garantizar el bienestar de su perro.

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