Derivación hepática en perros

Los problemas hepáticos en los perros pueden manifestarse de diversas formas, siendo la derivación hepática una de las afecciones más importantes que afectan a este órgano vital. Una derivación hepática, también conocida como derivación portosistémica (PSS), es una afección congénita o adquirida en la que la sangre pasa por alto el hígado, lo que provoca una serie de problemas de salud. Este artículo profundiza en las derivaciones hepáticas en los perros, incluidos los síntomas, las opciones de tratamiento, la esperanza de vida, las consideraciones dietéticas y los métodos de diagnóstico.
Problemas hepáticos en perros
El hígado es crucial para varias funciones metabólicas, incluida la desintoxicación, la síntesis de proteínas y la digestión. Los problemas hepáticos en los perros pueden surgir de infecciones, toxinas, trastornos metabólicos, tumores y anomalías congénitas como derivaciones hepáticas.
Problemas hepáticos comunes en perros
1. Hepatitis:
Inflamación del hígado causada por infecciones, toxinas o enfermedades autoinmunitarias.
2. Cirrosis:
Daño hepático crónico que provoca cicatrices y deterioro de la función hepática, a menudo como resultado de una hepatitis prolongada.
3. Derivaciones hepáticas (derivaciones portosistémicas):
Vasos sanguíneos anormales que evitan el hígado, lo que provoca la acumulación de toxinas.
4. Lipidosis hepática:
Acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas, que a menudo se observa en perros obesos.
5. Cáncer de hígado (neoplasia hepática):
Tumores en el hígado, que pueden ser benignos o malignos.
6. Leptospirosis:
Infección bacteriana que puede causar daño hepático y renal grave.
7. Colangiohepatitis:
Inflamación de los conductos biliares y el hígado, a menudo debido a infecciones bacterianas.
8. Daño hepático inducido por toxinas:
Ingestión de sustancias tóxicas, como ciertos medicamentos, plantas o productos químicos.
9. Enfermedad del almacenamiento de cobre:
Trastorno genético que conduce a una acumulación excesiva de cobre en el hígado, que afecta principalmente a razas como los Bedlington Terriers.
Los síntomas de la enfermedad hepática en los perros incluyen:
- ictericia
- letargo
- vómito
- diarrea
- aumento de la sed y la micción
- Cambios en el comportamiento
La detección y el tratamiento tempranos son vitales para prevenir complicaciones graves.
¿Qué es una derivación hepática en perros?
Una derivación hepática es un vaso sanguíneo anormal que permite que la sangre pase por alto el hígado. Normalmente, la sangre de los intestinos, el páncreas y el bazo se filtra a través del hígado antes de circular al resto del cuerpo. En los perros con una derivación hepática, este proceso se interrumpe, lo que lleva a la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo.
Hay dos tipos principales de derivaciones hepáticas en perros:
♦ Derivaciones congénitas: Están presentes al nacer y a menudo se observan en ciertas razas como los Yorkshire Terriers, los malteses y los perros lobo irlandeses.
♦ Derivaciones adquiridas: se desarrollan más tarde en la vida, a menudo como resultado de una enfermedad hepática crónica que causa un aumento de la presión arterial en el hígado (hipertensión portal).
Síntomas de la derivación hepática en perros
Los síntomas de una derivación hepática pueden variar, pero a menudo incluyen:
- Crecimiento deficiente: Los cachorros pueden no prosperar o crecer a un ritmo normal.
- Signos neurológicos: desorientación, presión de la cabeza, convulsiones y letargo, especialmente después de comer.
- Problemas gastrointestinales: vómitos, diarrea y falta de apetito.
- Problemas urinarios: aumento de la frecuencia de la micción y presencia de cristales o cálculos en la orina.
- Cambios de comportamiento: Caminar de un lado a otro, dar vueltas y babeo excesivo.
¿Se puede tratar una derivación hepática sin cirugía?
Si bien la corrección quirúrgica suele ser la mejor opción para el tratamiento a largo plazo, algunos perros pueden ser tratados médicamente si no son candidatos para la cirugía o si la derivación es inoperable. El tratamiento médico incluye:
1. Cambios en la dieta: Dieta baja en proteínas para reducir la producción de toxinas.
2. Medicamentos: Lactulosa para reducir la absorción de amoníaco y antibióticos para alterar la flora intestinal.
3. Suplementos: Zinc y vitaminas antioxidantes para apoyar Salud hepática.
El tratamiento médico puede mejorar la calidad de vida y controlar los síntomas, pero puede no ser tan eficaz como la intervención quirúrgica para proporcionar una solución a largo plazo.
Esperanza de vida de la derivación hepática en perro sin cirugía
El pronóstico para los perros con una derivación hepática depende de la gravedad de la afección y de si se trata quirúrgicamente. Sin cirugía, los perros pueden tener una esperanza de vida reducida debido a la naturaleza progresiva de la afección y la acumulación de toxinas en el cuerpo. Muchos perros con derivaciones hepáticas no tratadas pueden vivir solo unos pocos meses o unos pocos años, dependiendo de la gravedad de sus síntomas y la eficacia del tratamiento médico.
Alimento para perros con derivaciones hepáticas
El manejo dietético es crucial para los perros con derivaciones hepáticas. El objetivo es reducir la cantidad de amoníaco y otras toxinas producidas por el intestino que el hígado normalmente desintoxicaría.
Consideraciones clave para elegir los ingredientes:
- Proteínas: Se recomiendan dietas bajas en proteínas para minimizar la producción de amoníaco. Las proteínas deben ser de alta calidad y fáciles de digerir, como las de los lácteos, la soja o los huevos.
- Fibra: El aumento de la fibra dietética ayuda a atrapar el amoníaco en los intestinos y promueve su excreción.
- Grasa: Los niveles moderados a altos de grasa proporcionan energía al tiempo que reducen la necesidad de proteínas.
- Vitaminas y minerales: Suplementación con zinc y vitaminas E, C y Complejo B Puede apoyar la función hepática.
A menudo se recomiendan dietas comerciales formuladas específicamente para problemas hepáticos, como Hill's Prescription Diet l/d. Las dietas caseras deben formularse bajo la guía de un nutricionista veterinario.
Cómo ayudar a un perro con derivación hepática
El manejo de un perro con una derivación hepática implica una combinación de manejo dietético, tratamiento médico y, en muchos casos, intervención quirúrgica. Estos son los pasos para ayudar a un perro con una derivación hepática:
Revisiones veterinarias periódicas:
Controle la condición del perro y ajuste los tratamientos según sea necesario.
Medicamentos:
La lactulosa y los antibióticos como el metronidazol o la neomicina pueden reducir la producción y absorción de toxinas.
Manejo dietético:
Siga una dieta baja en proteínas y alta en fibra según lo recomendado por su veterinario.
Cirugía:
Puede ser necesaria una corrección quirúrgica, como la colocación de un constrictor ameroide o la colocación de bandas de celofán, para cerrar la derivación y restaurar la función hepática normal.
¿Son mortales las derivaciones hepáticas en los perros?
Las derivaciones hepáticas pueden ser mortales si no se tratan debido a la acumulación de toxinas que pueden provocar síntomas neurológicos y sistémicos graves. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, que incluye cirugía y tratamiento médico, muchos perros pueden llevar una vida relativamente normal y saludable.
Cómo detectar la derivación hepática en perros
El diagnóstico de una derivación hepática implica una combinación de signos clínicos, análisis de sangre, imágenes y, a veces, procedimientos de diagnóstico más invasivos. Los métodos de diagnóstico comunes incluyen:
♦ Análisis de sangre:
Los niveles elevados de ácidos biliares y amoníaco pueden indicar disfunción hepática.
♦ Imagenológico:
La ecografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética pueden visualizar la derivación y evaluar la estructura del hígado.
♦ Portovenografía:
Técnica especializada de rayos X que consiste en inyectar un tinte de contraste para visualizar los vasos sanguíneos.
♦ Gammagrafía nuclear:
Prueba diagnóstica en la que se usa material radiactivo para rastrear el flujo sanguíneo a través del hígado.
¿Puede una derivación hepática causar convulsiones en los perros?
Sí, una derivación hepática puede causar Convulsiones en perros. La acumulación de toxinas, particularmente amoníaco, afecta el cerebro y puede provocar encefalopatía hepática, una afección caracterizada por síntomas neurológicos como convulsiones, desorientación y cambios en el comportamiento.
Conclusión
Las derivaciones hepáticas en perros son un problema de salud importante que requiere un manejo cuidadoso y, a menudo, una intervención quirúrgica. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar la calidad y la esperanza de vida de los perros afectados. El manejo dietético, la atención veterinaria regular y, cuando sea posible, la corrección quirúrgica pueden ayudar a controlar esta afección y garantizar que los perros con derivaciones hepáticas lleven una vida sana y satisfactoria. Comprender los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento permite a los dueños de mascotas tomar decisiones informadas sobre la salud y el bienestar de sus perros.

Únete a Puainta
Conviértete en uno de los padres de mascotas y recibe consejos profesionales, información inmediata sobre productos, promociones y descuentos actualizados, ¡y más sorpresas de nuestra parte!

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Política de privacidad y Términos de servicioAplicar.