Cojera del perro: causas, síntomas y tratamiento

Como dueños de mascotas devotos, no queremos nada más que lo mejor para nuestros compañeros peludos. Por lo tanto, cuando notamos que nuestros queridos perros cojean, es natural preocuparse. La cojera es un problema común en los perros y puede ser causada por varios factores, que van desde lesiones menores hasta condiciones de salud más graves. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para el perro cojeando para ayudarlo a comprender y abordar mejor este problema cuando surja.
Síntomas de la cojera del perro
Reconocer los signos de cojera en tu perro es crucial para una intervención temprana. Algunos síntomas comunes a los que hay que prestar atención son:
- Favoreciendo una pata o pata sobre las otras.
- Renuencia a cargar peso sobre una extremidad en particular.
- Cojera que empeora con la actividad.
- Hinchazón o enrojecimiento alrededor de la zona afectada.
- Signos audibles de dolor, como lloriqueos o gemidos.
- Cambios en la marcha, como una cojera notable o un movimiento irregular.
¿Por qué cojea mi perro?
La cojera suele ser un signo de dolor o malestar en una o más de las extremidades o articulaciones de un perro. Estas son algunas de las razones comunes por las que tu perro puede estar cojeando:
- Herida: Los perros pueden sufrir lesiones en las patas o las patas, como esguinces, distensiones, fracturas o dislocaciones, debido a actividades como correr, saltar o jugar bruscamente. Estas lesiones pueden provocar cojera.
- Artritis: Artritis es una afección común en los perros mayores y puede causar dolor crónico y rigidez en las articulaciones. Los perros con artritis pueden cojear, especialmente después de períodos de descanso o inactividad.
- Infecciones: Infecciones, como abscesos o heridas infectadas, pueden provocar dolor y cojera si afectan las extremidades o las almohadillas de las patas de un perro.
- Objetos extrañosA veces, los perros pueden pisar objetos afilados como espinas, vidrio o clavos, que pueden penetrar las almohadillas de sus patas, lo que provoca cojera y dolor.
- Problemas musculares o tendinosos: Las distensiones musculares o las lesiones tendinosas pueden causar cojera. Los perros pueden tensar sus músculos durante el juego o el ejercicio vigoroso.
- Roturas de ligamentos: Las lesiones de ligamentos, como la rotura de un ligamento cruzado en la rodilla, pueden dar lugar a una cojera significativa. Esto a menudo requiere una intervención quirúrgica.
- Anomalías del crecimientoLos perros jóvenes, especialmente las razas grandes, pueden desarrollar afecciones como la displasia de cadera o la displasia de codo, que pueden provocar cojera a medida que crecen.
- Daño a los nervios: Las lesiones o enfermedades nerviosas pueden afectar la capacidad de un perro para usar sus extremidades correctamente, lo que provoca cojera.
- Enfermedades de las articulaciones: Condiciones como Displasia de cadera, la osteoartritis o la enfermedad degenerativa de las articulaciones pueden causar dolor crónico y cojera en los perros.
- Trastornos autoinmunesCiertas afecciones autoinmunes, como la poliartritis mediada por el sistema inmunitario, pueden provocar inflamación y cojera en las articulaciones.
- Cáncer: Cáncer de hueso (osteosarcoma) y otros tipos de cáncer pueden causar cojera, especialmente si el tumor afecta los huesos o las articulaciones del perro.
- Enfermedades transmitidas por garrapatas: Enfermedades transmitidas por garrapatas, como Enfermedad de Lyme, puede provocar dolor en las articulaciones y cojera.
Cómo saber en qué pata cojea un perro
Los perros pueden mostrar varios signos y comportamientos cuando experimentan cojera o dolor en las patas. Es importante que los dueños de perros y los veterinarios observen estos signos para ayudar a diagnosticar el problema subyacente y brindar el tratamiento adecuado.
Pata delantera de perro cojeando
Cuando un perro tiene dolor o cojera en una de sus patas delanteras, puede tratar de minimizar el peso colocado sobre esa pata.
Un signo común es levantar la cabeza cuando la pierna dolorida toca el suelo. Esto puede ayudar a reducir la fuerza ejercida sobre la extremidad dolorida.
También puede parecer que los perros "favorecen" la pata delantera no afectada al poner más peso sobre ella y usarla de manera más prominente al caminar o correr.
Además, pueden tener una cojera notable o una anormalidad en la marcha, como una zancada más corta o una postura alterada.
Pata trasera del perro cojeando
Cuando un perro experimenta dolor o cojera en una de sus patas traseras, a menudo intentará aliviar el malestar alejando el peso de la pata afectada.
Inclinarse hacia adelante o desplazar el peso hacia las patas delanteras es común en los casos de cojera de las patas traseras.
Otro signo notable es la elevación de la cola o cadera afectada cuando la pierna dolorida toca el suelo. Se trata de un movimiento compensatorio para reducir la presión sobre la extremidad dolorida.
La cojera de la pata trasera también puede provocar una cojera, una marcha inusual o renuencia a cargar peso sobre la pierna afectada al estar de pie o caminar.
Causas de la cojera del perro en la pata trasera
- Rotura del ligamento cruzado craneal: Desgarro o ruptura del ligamento cruzado craneal en la articulación de la rodilla, que provoca dolor e inestabilidad.
- Displasia de cadera: Una afección del desarrollo en la que la articulación de la cadera no se forma correctamente, lo que provoca dolor en las articulaciones, cojera y artritis.
- Luxación rotuliana: La rótula (rótula) puede dislocarse de su posición normal, causando cojera intermitente o crónica.
- Rotura del tendón de Aquiles: Desgarro o ruptura del tendón de Aquiles en la pata trasera, que provoca dolor y dificultad para caminar.
- luxación del flexor digital superficial (SDF): El desplazamiento del tendón flexor digital superficial en la pata trasera, lo que resulta en molestias y cojera.
- Enfermedad lumbosacra: Los problemas en la región lumbosacra de la columna vertebral pueden causar dolor, debilidad y cojera en las patas traseras.
- Cepa de Iliopsoas: Una lesión o distensión del músculo iliopsoas en el área de la ingle, que provoca cojera y malestar en las extremidades posteriores.
Causas de la cojera del perro en la pata delantera
- Inestabilidad del hombro: Una afección en la que la articulación del hombro no es estable, lo que puede causar dolor y cojera.
- Osteocondritis disecante (TOC) de la articulación del hombro: TOC es una enfermedad de las articulaciones en la que el cartílago no se convierte en hueso correctamente, lo que provoca dolor en las articulaciones y problemas de movilidad.
- Tenosinovitis del bíceps: Inflamación o lesión en el tendón del bíceps, que puede provocar molestias y cojera.
- Tendinopatía del supraespinoso: Una lesión en el tendón supraespinoso en el hombro, que causa cojera y dolor.
- Displasia de codo: Trastorno del desarrollo en la articulación del codo que puede provocar dolor, cojera y problemas articulares.
- Tumor del plexo braquial: Los tumores en la región del plexo braquial (área del hombro) pueden comprimir los nervios, causando dolor y problemas de movilidad.
¿Qué hacer si el perro cojea la pata delantera y no siente dolor ni hinchazón?
Si tu perro cojea de una pata delantera, pero no hay dolor ni hinchazón aparentes, es importante controlar la situación y tener en cuenta los siguientes pasos:
- Monitoree de cerca: Continúe observando la marcha y el comportamiento de su perro. Observa si la cojera persiste o empeora con el tiempo o si hay otros cambios en la salud general o el nivel de actividad de tu perro.
- Compruebe si hay lesiones pequeñas: Examine cuidadosamente la pierna y la pata afectadas en busca de pequeños cortes, astillas, espinas u objetos extraños que puedan estar causando molestias. A veces, las lesiones menores o los irritantes pueden ser difíciles de detectar, pero pueden provocar cojera.
- Descanso y actividad restringidaPor lo general, es una buena idea limitar la actividad física de su perro durante un breve período, incluso si no hay dolor aparente. El descanso puede ayudar al cuerpo a recuperarse de distensiones o lesiones menores. Evite hacer ejercicio extenuante, saltar o correr.
- Aplicar compresa fría: Si sospecha de una lesión menor o distensión muscular, puede aplicar una compresa fría (una bolsa de verduras congeladas envueltas en un paño) en la zona afectada durante unos 15-20 minutos varias veces al día. Esto puede ayudar a reducir cualquier inflamación potencial.
- Revisa las almohadillas de las patas: Examine las almohadillas de las patas y las uñas en busca de problemas como cortes, astillas o uñas demasiado grandes. A veces, los problemas en la pata pueden provocar cojera.
¿Puede un perro cojear curarse por sí solo?
El hecho de que la cojera de un perro pueda curarse por sí sola depende de la causa de la cojera y de su gravedad. En algunos casos, las cojeras menores o las cojeras causadas por distensiones leves o rigidez muscular pueden mejorar o resolverse por sí solas con descanso y tiempo. Sin embargo, muchas cojeras en los perros son causadas por afecciones subyacentes como artritis, problemas articulares, lesiones de ligamentos o lesiones más graves como fracturas. Es posible que estos no se resuelvan por sí solos y, a menudo, requieren evaluación y tratamiento veterinarios.
¿Por qué mi perro cojea y tiembla?
Un perro que cojea y tiembla puede estar experimentando molestias o dolor, y hay varias razones potenciales para esta combinación de síntomas.
- Dolor o malestar: La cojera suele ser un signo de dolor o malestar en una de las extremidades o articulaciones del perro. Temblar o temblar puede ser una respuesta al dolor o la ansiedad relacionados con el malestar.
- Herida: Una lesión reciente, como un esguince, distensión, fractura o dislocación en una de las patas del perro, puede causar cojera y dolor. El temblor puede ser el resultado de la angustia causada por la lesión.
- Artritis: Los perros con artritis pueden experimentar dolor y rigidez en las articulaciones, lo que lleva a cojear. Los temblores pueden ser una reacción a la incomodidad o dificultad para moverse.
- Problemas neurológicosCiertas afecciones o lesiones neurológicas pueden hacer que un perro pierda el control de sus extremidades, causando cojera y temblores.
- Espasmos musculares: Los espasmos o calambres musculares pueden provocar temblores y cojera. Esto puede deberse a deshidratación, desequilibrios electrolíticos o distensión muscular.
- Ansiedad o miedo: Los perros pueden temblar o temblar cuando están ansiosos, temerosos o estresados. Si la cojera se debe a una lesión u otra afección dolorosa, la ansiedad del perro puede exacerbar los síntomas.
- Toxicidad: La ingestión de ciertas toxinas o sustancias puede provocar síntomas neurológicos, como temblores y debilidad, que pueden manifestarse como cojera.
- Infección o inflamación: Las infecciones o afecciones inflamatorias pueden causar dolor y malestar, lo que lleva a la cojera. Los temblores pueden ser una respuesta a la enfermedad en general.
- Almohadilla de la pata fría o dolorosa: Si un perro tiene una almohadilla de la pata fría o dolorosa, puede cojear y sacudir la pata afectada.
Dada la variedad de posibles causas, es crucial que un veterinario examine a su perro para determinar la razón exacta de la cojera y los temblores. El veterinario puede realizar un examen físico, tomar radiografías u otras pruebas diagnósticas según sea necesario.
¿Por qué los perros corren con una cojera en las patas delanteras?
Si tu perro cojea de una pata delantera, pero no hay dolor ni hinchazón aparentes, es importante controlar la situación y tener en cuenta los siguientes pasos:
- Compruebe si hay lesiones pequeñas: Examine cuidadosamente la pierna y la pata afectadas en busca de pequeños cortes, astillas, espinas u objetos extraños que puedan estar causando molestias. A veces, las lesiones menores o los irritantes pueden ser difíciles de detectar, pero pueden provocar cojera.
- Descanso y actividad restringidaPor lo general, es una buena idea limitar la actividad física de su perro durante un breve período, incluso si no hay dolor aparente. El descanso puede ayudar al cuerpo a recuperarse de distensiones o lesiones menores. Evite hacer ejercicio extenuante, saltar o correr.
- Aplicar compresa fría: Si sospecha de una lesión menor o distensión muscular, puede aplicar una compresa fría (una bolsa de verduras congeladas envueltas en un paño) en la zona afectada durante unos 15-20 minutos varias veces al día. Esto puede ayudar a reducir cualquier inflamación potencial.
Si la cojera persiste durante más de uno o dos días, o si nota cualquier otro síntoma preocupante o cambios en el comportamiento, es esencial consultar a su veterinario. Incluso si no hay dolor o hinchazón evidentes, aún podría haber un problema subyacente que necesite una evaluación profesional.
¿Por qué los perros cojean después de las extracciones de sangre?
Los perros pueden cojear después de las extracciones de sangre por varias razones, y la gravedad y la duración de la cojera pueden variar según varios factores.
- Irritación del sitio: El área de donde se extrajo la sangre (generalmente una vena en una de las patas delanteras) puede irritarse o doler después del procedimiento. Esto puede hacer que el perro cojee o favorezca la pata.
- Hematomas: Es posible que se produzcan algunos hematomas en el sitio de la extracción de sangre, especialmente si la aguja ha causado un daño menor a los tejidos circundantes. Los moretones pueden ser dolorosos y provocar cojera.
- Traumatismo inducido por agujas: En algunos casos, la inserción de la aguja durante la extracción de sangre puede causar un traumatismo menor en los tejidos que rodean la vena. Esto puede provocar dolor localizado y cojera.
- Ansiedad o estrésAlgunos perros pueden sentirse ansiosos o estresados durante una extracción de sangre, especialmente si no están acostumbrados a tales procedimientos. Esta ansiedad y estrés pueden manifestarse como tensión muscular, lo que puede llevar a cojear después.
- Pinchazo accidentalAunque es poco frecuente, puede haber casos en los que la aguja perfora inadvertidamente un pequeño vaso sanguíneo, causando un hematoma (acumulación de sangre fuera de un vaso sanguíneo) en el tejido circundante. Esto puede provocar molestias y cojera.
Es importante tener en cuenta que la cojera después de una extracción de sangre suele ser temporal y debería mejorar en un corto período. Sin embargo, si la cojera persiste o empeora, o si nota signos de infección (como hinchazón, enrojecimiento o secreción) en el sitio de la extracción de sangre, es esencial que se comunique con su veterinario.
¿Cómo tratar a un perro que cojea?
El tratamiento depende de la lesión que haya causado la cojera. Los avances médicos han mejorado la atención disponible para los perros cojos. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como meloxicam, deracoxib, carprofeno, grapiprant, firocoxib, robenacoxib, alivian el dolor y la inflamación en lesiones agudas y se utilizan a largo plazo para perros con artritis crónica. Los medicamentos adicionales que se pueden usar para controlar el dolor pueden incluir gabapentina, tramadol, amantadina o buprenorfina. También hay suplementos que mejoran la salud de las articulaciones y proporcionan un control seguro del dolor, como glucosamina y Ácidos grasos omega-3.
Para las fracturas, existen tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos. Algunas piernas rotas se entablillan o yeso, mientras que otras se reparan quirúrgicamente con clavos y placas. Las articulaciones dislocadas se reemplazan y estabilizan con vendajes o eslingas. Las articulaciones rebeldes que se dislocan con frecuencia se manejan quirúrgicamente para proporcionar un alivio a largo plazo.
Conclusión
La cojera en los perros es un problema común con una amplia gama de causas potenciales. Si bien algunos casos de cojera pueden resolverse con reposo y atención en el hogar, otros pueden requerir intervención y tratamiento veterinarios. La detección temprana y el manejo adecuado son clave para garantizar la comodidad y el bienestar general de su perro. Si notas que tu perro cojea, no dudes en consultar a tu veterinario para determinar la causa y desarrollar un plan de tratamiento eficaz. La salud y la felicidad de tu amigo peludo dependen de ello.

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