¿Por qué se llenan las glándulas anales de los perros?

icon March 8, 2025
by:puaintapets

Los problemas de las glándulas anales son un problema común, pero a menudo pasado por alto en los perros. Muchos dueños de perros han experimentado el olor desagradable y el comportamiento incómodo que vienen con las glándulas anales impactadas o infectadas. Pero, ¿por qué se llenan estas glándulas en primer lugar? En esta guía completa, exploraremos la anatomía y la función de las glándulas anales, las razones por las que pueden volverse problemáticas y las mejores formas de controlar y prevenir estos problemas.


¿Qué son las glándulas anales?

Las glándulas anales, también conocidas como sacos anales, son pequeñas glándulas del tamaño de un guisante ubicadas a ambos lados del ano de su perro, generalmente en las posiciones de las 4 en punto y las 8 en punto. Estas glándulas producen un líquido oleoso y maloliente que se libera durante la defecación, marcando el territorio y comunicándose con otros perros a través del olor.

El líquido producido por las glándulas anales contiene feromonas, que son señales químicas únicas que transmiten información sobre la identidad del perro, incluido su sexo, salud y estado emocional. En la naturaleza, esta marca olfativa es una parte esencial de la comunicación y el marcado del territorio.

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La función de las glándulas anales


Marcado de aroma:

El objetivo principal de las glándulas anales es ayudar a los perros a marcar su territorio y comunicarse con otros animales a través del olor.

Lubricación:
La secreción de las glándulas anales también puede ayudar a lubricar las heces a medida que salen, lo que facilita la defecación.

Cuando funcionan correctamente, las glándulas se vacían naturalmente cuando su perro defeca. Sin embargo, cuando no se produce este proceso natural de vaciado, las glándulas pueden verse afectadas, infectarse o formar abscesos, lo que provoca molestias y problemas de salud.


¿Por qué se llenan las glándulas anales de los perros?

Los problemas de las glándulas anales ocurren cuando las glándulas no pueden vaciarse por sí solas, lo que lleva a una acumulación de secreción. Varios factores pueden contribuir a este problema:

1. Mala dieta y consistencia de las heces

Una de las razones más comunes por las que las glándulas anales se llenan está relacionada con la consistencia de las heces de tu perro. Las heces firmes y voluminosas ejercen presión sobre las glándulas a medida que pasan a través del ano, expresando naturalmente el contenido. Sin embargo, cuando las heces de un perro son demasiado blandas o blandas, esta presión es insuficiente y las glándulas no se vacían como deberían.

  • Dietas bajas en fibra:
    Las dietas que carecen de la fibra adecuada pueden provocar heces blandas o inconsistentes, que no ejercen suficiente presión para extraer las glándulas.
  • Dietas altas en grasas:
    Las dietas altas en grasa pueden causar heces grasosas o blandas, lo que contribuye a los problemas de las glándulas anales.
  • Alergias o intolerancias alimentarias:
    Algunos perros tienen alergias o intolerancias alimentarias que causan diarrea crónica o heces blandas, lo que puede impedir el vaciado adecuado de la glándula anal.

2. Obesidad

La obesidad puede contribuir a los problemas de las glándulas anales al alterar la forma en que funciona el cuerpo y reducir el tono de los músculos alrededor del área anal. Los perros con sobrepeso pueden tener depósitos de grasa adicionales alrededor de las glándulas anales, lo que puede interferir con la expresión normal de las glándulas.

  • Reducción de la actividad física:
    La obesidad a menudo se correlaciona con una reducción de la actividad física, lo que puede afectar la salud gastrointestinal general y contribuir a los movimientos intestinales irregulares.
  • Exceso de presión sobre las glándulas:
    El peso corporal adicional también puede alterar la posición normal y la dinámica de presión de las glándulas anales.

3. Anomalías anatómicas

Algunos perros nacen o desarrollan problemas anatómicos que pueden afectar el funcionamiento de sus glándulas anales. Estas anomalías pueden incluir:

  • Conductos estrechos:
    Algunos perros tienen conductos glandulares más estrechos de lo normal, lo que dificulta la salida de las secreciones.
  • Posición anormal de las glándulas:
    Si las glándulas están colocadas de manera anormal, es posible que no reciban la cantidad correcta de presión durante la defecación.
  • Predisposición de la raza:
    Las razas pequeñas como los chihuahuas, los caniches y los perros salchicha son más propensas a sufrir problemas de las glándulas anales debido a su anatomía y al tamaño más pequeño de las heces.

4. Ejercicio insuficiente

El ejercicio regular ayuda a mantener un peso saludable y promueve una buena salud digestiva, los cuales son cruciales para la función normal de la glándula anal. Los perros que no hacen suficiente ejercicio pueden experimentar movimientos intestinales irregulares, estreñimiento u obesidad, todo lo cual puede contribuir al llenado de las glándulas anales.

  • Malas deposiciones:
    La falta de ejercicio puede provocar estreñimiento o deposiciones irregulares, lo que dificulta el vaciado natural de las glándulas.
  • Músculos debilitados:
    La reducción del tono muscular alrededor de la región anal también puede afectar la capacidad de las glándulas para expresarse de manera efectiva.

5. Infecciones crónicas e inflamación

Los perros con antecedentes de infecciones de las glándulas anales o inflamación son más propensos a tener problemas recurrentes. Una vez que las glándulas han sido infectadas, se puede formar tejido cicatricial, estrechando los conductos y dificultando el vaciado de las glándulas.

  • Infecciones bacterianas:
    Las bacterias pueden entrar en las glándulas anales, causando infección e inflamación que obstruyen el vaciado normal de las glándulas.
  • Reacciones alérgicas:
    Los perros con alergias, en particular alergias alimentarias o alergias ambientales, a menudo sufren de inflamación crónica, que puede afectar las glándulas anales.

6. Estrés y ansiedad

El estrés emocional y la ansiedad también pueden influir en la salud intestinal y contribuir a los problemas de las glándulas anales. El estrés puede provocar cambios en las deposiciones, lo que a menudo resulta en heces blandas, lo que puede impedir que las glándulas se vacíen correctamente.

  • Factores conductuales:
    Los perros que están nerviosos, temerosos o tienen problemas de comportamiento pueden no defecar con regularidad o por completo, lo que afecta la función de la glándula anal.
  • Cambios hormonales:
    El estrés puede desencadenar desequilibrios hormonales que afectan la salud gastrointestinal.


Síntomas de los problemas de las glándulas anales en los perros

Reconocer los signos de problemas de las glándulas anales es esencial para una intervención temprana. Los síntomas comunes incluyen:

1. Deslizamiento:
Arrastrar la parte trasera por el suelo es un signo clásico de molestia en la glándula anal.

2. Lamer o morder el trasero:
Los perros pueden lamer o morder con frecuencia alrededor de su ano en un intento de aliviar las molestias.

3. Mal olor:
Un olor acre y a pescado en la parte trasera a menudo indica glándulas anales con fugas o impactadas.

4. Hinchazón o enrojecimiento:
Las áreas hinchadas, enrojecidas o irritadas cerca del ano pueden indicar inflamación o infección.

5. Dolor al sentarse o defecar:
Los perros pueden mostrar renuencia a sentarse o parecer doloridos al intentar defecar.

6. Sangrado o secreción:
El pus, la sangre u otra secreción del ano pueden indicar una ruptura de la glándula o una infección.


Diagnóstico de problemas de la glándula anal

Si sospechas que tu perro tiene problemas de glándulas anales, es necesaria una visita al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Por lo general, un veterinario realizará lo siguiente:

Examen físico:
El veterinario palpará las glándulas para comprobar si están llenas, si hay infección o crecimientos anormales.

Expresión de las glándulas:
La extracción manual se puede realizar para aliviar las glándulas y recoger muestras si se sospecha de infección.

Análisis microscópico:
Se puede analizar una muestra de la secreción para detectar bacterias o células anormales.

Ecografía o diagnóstico por imágenes:
En casos crónicos o graves, se pueden usar imágenes para evaluar la estructura de la glándula y descartar tumores.


Tratamiento de los problemas de las glándulas anales en los perros

El tratamiento depende de la gravedad y la causa subyacente del problema de la glándula anal. Estas son las opciones de tratamiento comunes:

1. Expresión manual

  • Expresión externa:
    Se realiza apretando suavemente las glándulas desde el exterior. Este método se utiliza a menudo para casos menores.
  • Expresión interna:
    Consiste en introducir un dedo enguantado en el ano para extraer manualmente las glándulas. Este método es generalmente más efectivo y lo realiza un veterinario o un profesional capacitado.

La extracción regular puede ser necesaria para los perros propensos a problemas de las glándulas anales, pero la extracción manual excesiva puede causar inflamación y cicatrices, por lo que debe hacerse solo cuando sea necesario.

2. Cambios en la dieta

Mejorar la dieta de tu perro puede afectar significativamente la calidad de las heces y ayudar a prevenir problemas de las glándulas anales.

  • Dieta alta en fibra:
    Agregar fibra a la dieta de tu perro puede ayudar a crear heces más firmes y voluminosas que expresen naturalmente las glándulas. Las opciones incluyen calabaza enlatada, cáscara de psyllium o suplementos de fibra diseñados específicamente para perros.
  • Nutrición equilibrada:
    La alimentación con una dieta bien equilibrada y de alta calidad ayuda a mantener una salud digestiva óptima y una formación constante de heces.
  • Probióticos:
    Los probióticos apoyan la salud intestinal, ayudando en la digestión y formación de heces que expresan adecuadamente las glándulas.

3. Control de peso

Mantener un peso saludable a través de una dieta adecuada y ejercicio reduce el riesgo de problemas de las glándulas anales. La actividad física regular apoya la salud gastrointestinal y ayuda a prevenir la obesidad, que puede exacerbar los problemas de las glándulas anales.

4. Antibióticos y medicamentos

Si las glándulas están infectadas, el veterinario puede recetar antibióticos o medicamentos antiinflamatorios para tratar la infección y reducir la hinchazón. También se puede proporcionar alivio del dolor si su perro experimenta molestias significativas.

5. Cirugía

En casos graves o crónicos, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de las glándulas anales (sacculectomía anal). Este procedimiento se considera un último recurso debido a posibles complicaciones, como la incontinencia.

6. Manejo de las alergias

Si los problemas de las glándulas anales de tu perro están relacionados con las alergias, abordar las alergias subyacentes mediante cambios en la dieta, antihistamínicos o inyecciones antialérgicas puede ayudar a reducir la inflamación y prevenir problemas futuros.


Prevención de problemas de las glándulas anales en perros

La prevención es el mejor enfoque cuando se trata de problemas de las glándulas anales. Estos son algunos pasos que puede seguir:

Aseo e inspección regulares:
El aseo rutinario y la revisión de la zona anal de tu perro pueden ayudar a detectar problemas a tiempo.

Mantenga una dieta saludable:
Aliméntelo con una dieta equilibrada rica en fibra y nutrientes para promover una buena calidad de las heces.

Ejercicio regular:
Mantén a tu perro activo para mantener el tono muscular y la salud gastrointestinal.

Tratamiento oportuno de alergias e infecciones:
Abordar los problemas de salud subyacentes a tiempo puede prevenir problemas crónicos de las glándulas anales.

Visitas regulares al veterinario:
Los chequeos regulares pueden ayudar a detectar problemas de las glándulas anales antes de que se agraven.


Conclusión

Los problemas de las glándulas anales pueden ser incómodos y angustiantes para los perros, pero comprender por qué estas glándulas se llenan y abordar las causas fundamentales puede marcar una diferencia significativa en la salud y la comodidad de su mascota. Al mantener una dieta adecuada, una rutina de ejercicios y atención veterinaria regular, puede ayudar a garantizar que las glándulas anales de su perro funcionen correctamente, previniendo problemas futuros y manteniendo a su amigo peludo saludable y feliz.

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