Enfermedad hepática en gatos

icon March 8, 2025
by:puaintapets

La enfermedad hepática es un grave problema de salud para los gatos que afecta la capacidad del hígado para llevar a cabo funciones esenciales como metabolizar nutrientes, desintoxicar el cuerpo y producir proteínas vitales. El hígado es un órgano esencial que desempeña un papel en la digestión, la coagulación de la sangre, la función inmunitaria y los procesos metabólicos generales. Cuando un gato sufre una enfermedad hepática, estas funciones vitales pueden verse afectadas, lo que provoca una amplia gama de síntomas y posibles complicaciones. Este artículo explorará las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para la enfermedad hepática en los gatos, así como el pronóstico y la esperanza de vida de los gatos afectados.


¿Qué es la enfermedad hepática en los gatos?

La enfermedad hepática en gatos se refiere a cualquier afección que afecte el funcionamiento normal del hígado. El hígado puede dañarse o inflamarse debido a una variedad de causas, lo que lleva a una disfunción hepática (hepática). Esto puede suceder repentinamente (enfermedad hepática aguda) o desarrollarse gradualmente con el tiempo (enfermedad hepática crónica).

La enfermedad hepática en gatos se puede clasificar en varias categorías según la causa subyacente:

  • Hepatitis:
    Inflamación del hígado, que puede deberse a infecciones, toxinas u otros factores.
  • Cirrosis:
    Cicatrización del tejido hepático, a menudo debido a una enfermedad hepática crónica.
  • Enfermedad del hígado graso (lipidosis hepática):
    Una afección en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado, que se observa comúnmente en gatos obesos, particularmente en aquellos que dejan de comer.
  • Tumores hepáticos:
    Tanto los tumores benignos como los malignos pueden afectar al hígado.
  • Colangitis:
    Inflamación de los conductos biliares, a menudo asociada con infecciones o pancreatitis.


Causas de la enfermedad hepática en gatos

La enfermedad hepática puede desencadenarse por varios factores, como infecciones, toxinas, problemas nutricionales o enfermedades subyacentes. Estas son algunas de las causas principales:

1. Enfermedad del hígado graso (lipidosis hepática)

Esta es una de las causas más comunes de enfermedad hepática en gatos. Ocurre cuando un gato deja de comer durante un período prolongado, a menudo debido al estrés, la enfermedad o el dolor, lo que hace que se acumule grasa en el hígado. La obesidad es un factor contribuyente, ya que los gatos con sobrepeso son más propensos a desarrollar esta afección cuando dejan de comer.

2. Infecciones

Las infecciones, como la hepatitis viral o bacteriana, pueden provocar inflamación del hígado. La leptospirosis (una infección bacteriana) y la peritonitis infecciosa felina (PIF) son algunas infecciones que pueden afectar el hígado.

3. Toxinas

La exposición a sustancias tóxicas es otra causa importante de enfermedad hepática en los gatos. Ciertos medicamentos, como el paracetamol (Tylenol) y ciertos antibióticos, pueden ser tóxicos para los gatos. Otras toxinas domésticas comunes, incluidas algunas plantas (como los lirios), los productos químicos y el moho, también pueden dañar el hígado.

4. Tumores hepáticos

Tanto los tumores hepáticos primarios como los metastásicos pueden provocar enfermedad hepática. Aunque es menos común, el cáncer de hígado puede causar daños significativos al hígado y afectar su función.

5. Enfermedades crónicas

Condiciones tales como diabetes, pancreatitisy la enfermedad inflamatoria intestinal puede contribuir a la enfermedad hepática al ejercer un estrés adicional sobre el hígado con el tiempo.

6. Desequilibrios nutricionales

Las deficiencias de nutrientes esenciales, en particular la taurina (un aminoácido), pueden provocar daño hepático en los gatos. La deficiencia de taurina es más común en gatos que se alimentan con una dieta de mala calidad.

7. Otras condiciones médicas

Afecciones como el hipotiroidismo, hipertiroidismo, o enfermedad cardíaca también puede causar problemas hepáticos secundarios debido al estrés adicional que ejercen sobre el cuerpo.


Síntomas de la enfermedad hepática en gatos

Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar ampliamente según la gravedad de la afección y su causa subyacente. Algunos gatos pueden mostrar signos sutiles, mientras que otros pueden mostrar síntomas más notables. Estos son los signos comunes de la enfermedad hepática en los gatos:

1. Pérdida de apetito (Anorexia)

Uno de los signos distintivos de la enfermedad hepática en los gatos es la pérdida de apetito. Los gatos con enfermedad hepática pueden negarse a comer o pueden comer solo cantidades muy pequeñas de comida.

2. Pérdida de peso

Como resultado de la anorexia, muchos gatos con enfermedad hepática perderán peso, incluso si sus hábitos alimenticios no han cambiado significativamente.

3. Vómitos y diarrea

Los vómitos son un síntoma común en los gatos con enfermedad hepática, y también puede producirse diarrea, especialmente si el hígado tiene dificultades para procesar los alimentos y las toxinas.

4. Ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos)

La ictericia ocurre cuando el hígado no puede procesar adecuadamente la bilirrubina, un subproducto de la descomposición de los glóbulos rojos. Esto puede provocar un tinte amarillento en la piel, los ojos o las encías del gato.

5. Aumento de la sed y la micción (polidipsia y poliuria)

Los gatos con enfermedad hepática pueden presentar un aumento de la sed y la micción debido a cambios en la función renal o al intento del cuerpo de eliminar las toxinas.

6. Letargo y debilidad

Un gato con enfermedad hepática puede volverse letárgico y menos activo. También pueden mostrar signos de debilidad y pueden preferir descansar en lugar de participar en las actividades habituales.

7. Distensión abdominal

A medida que el hígado se inflama o se acumula líquido en el abdomen (ascitis), los gatos pueden desarrollar un vientre hinchado o distendido.

8. Cambios de comportamiento

En algunos casos, la enfermedad hepática puede causar confusión o desorientación debido a la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo. Los gatos también pueden mostrar un comportamiento inusual o volverse más irritables.


Diagnóstico de la enfermedad hepática en gatos

Si se sospecha de una enfermedad hepática, un veterinario realizará un examen exhaustivo, que puede incluir:

  • Análisis de sangre:
    Las enzimas hepáticas, los niveles de bilirrubina y otros marcadores pueden ayudar a evaluar la función hepática e identificar la inflamación o el daño.
  • Ultrasonido o radiografías:
    Los estudios por imágenes pueden revelar agrandamiento del hígado, masas o acumulación de líquido.
  • Biopsia hepática:
    En algunos casos, se puede tomar una muestra de tejido para evaluar el grado de daño hepático o confirmar la presencia de la enfermedad.
  • Análisis de orina:
    Estos pueden ayudar a evaluar la función renal, que está estrechamente relacionada con la salud del hígado.


Tratamiento para la enfermedad hepática en gatos

El tratamiento de la enfermedad hepática depende de la causa subyacente de la afección y de la gravedad del daño. El objetivo del tratamiento es estabilizar al gato, abordar la causa raíz de la enfermedad y apoyar la capacidad del hígado para funcionar.

Los tratamientos comunes incluyen:

1. Manejo dietético

A menudo se recomiendan dietas especiales para gatos con enfermedad hepática, particularmente aquellos con lipidosis hepática o afecciones inflamatorias. Se puede recomendar una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos con nutrientes esenciales como la taurina. Los gatos también pueden necesitar estimulantes del apetito si se niegan a comer.

2. Fluidoterapia

Los líquidos intravenosos se utilizan para ayudar a prevenir deshidratación, especialmente si hay vómitos, diarrea o anorexia. La fluidoterapia también apoya la función hepática y renal.

3. Medicamentos

Dependiendo del tipo de enfermedad hepática, se pueden recetar medicamentos para reducir la inflamación (por ejemplo, corticosteroides), tratar infecciones (antibióticos) o controlar síntomas específicos como náuseas y vómitos. Suplementos hepáticos que contienen compuestos como SAMe (S-adenosilmetionina) o Cardo mariano Se puede recomendar para apoyar la función hepática.

4. Tratamiento de la causa subyacente

Si la enfermedad hepática es causada por una infección, un parásito o una toxina, es posible que se necesiten tratamientos específicos, como antibióticos, medicamentos antimicóticos o medidas de desintoxicación.

5. Cirugía o intervención

En casos de tumores hepáticos u obstrucciones de las vías biliares, puede ser necesaria la cirugía. Sin embargo, la cirugía puede no ser viable para todos los casos, especialmente si la enfermedad hepática está muy extendida o si el gato está en malas condiciones.


Pronóstico y esperanza de vida de los gatos con enfermedad hepática

El pronóstico de un gato con enfermedad hepática depende en gran medida de la causa, la extensión del daño y la rapidez con la que se diagnostique y trate la afección. Algunas formas de enfermedad hepática, como la lipidosis hepática, se pueden tratar con éxito con una intervención temprana, especialmente si se puede animar al gato a comer y recuperar fuerzas.

Pronóstico de la enfermedad hepática:
Para los gatos con enfermedad hepática leve o aquellos en las primeras etapas, el pronóstico puede ser bueno, especialmente si la causa subyacente es tratable. Sin embargo, la enfermedad hepática avanzada, la cirrosis o el cáncer de hígado pueden ser más difíciles de manejar y el pronóstico puede ser menos favorable.  

Esperanza de vida:
Los gatos con enfermedad hepática crónica o cirrosis pueden tener una esperanza de vida más corta, especialmente si la afección no se trata de manera efectiva. Los gatos con insuficiencia hepática más grave o aquellos diagnosticados con cáncer de hígado pueden tener un pronóstico reservado o malo.


¿Se puede tratar la enfermedad hepática en los gatos?

Sí, la enfermedad hepática en los gatos se puede tratar y, con atención veterinaria inmediata, muchos gatos pueden recuperarse o controlarse con éxito durante un período prolongado. Sin embargo, los resultados del tratamiento varían, y la intervención temprana es crucial para mejorar las posibilidades de un resultado positivo. La atención de apoyo, el control dietético y el tratamiento de la causa subyacente de la enfermedad son componentes clave del éxito del tratamiento.


Conclusión

La enfermedad hepática en gatos es una afección grave que requiere un diagnóstico y tratamiento oportunos. Si sospechas que tu gato puede estar sufriendo una enfermedad hepática, es importante que busques atención veterinaria lo antes posible. Con el tratamiento adecuado, muchos gatos pueden llevar una vida sana, pero el pronóstico dependerá de la causa específica y de lo avanzada que esté la enfermedad cuando se diagnostique. Las revisiones veterinarias periódicas, una dieta equilibrada y un entorno seguro y libre de toxinas son esenciales para mantener la salud hepática de los gatos.

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