IVDD en gatos

¿Qué es la IVDD en gatos?
La enfermedad del disco intervertebral (IVDD) ocurre cuando los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores entre las vértebras de la columna vertebral, se degeneran o se hernian. Los discos intervertebrales están compuestos por: Dos partes: el anillo fibroso externo y el núcleo pulposo interno. Cuando el anillo fibroso se debilita o se desgarra, el núcleo pulposo puede filtrarse, lo que provoca presión sobre la médula espinal o los nervios. Esto puede causar dolor significativo, daño a los nervios y, en casos graves, parálisis.
En los gatos, la IVDD es relativamente rara en comparación con los perros, pero aún así puede ocurrir, especialmente en gatos con ciertas predisposiciones. La afección suele afectar a la región toracolumbar (parte media y baja de la espalda) o a la columna cervical (cuello).
Causas y factores de riesgo de la IVDD en gatos
La IVDD en gatos puede ser el resultado de varios factores, entre ellos:
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Genética: Algunas razas pueden ser más propensas a la IVDD debido a anomalías hereditarias de la columna vertebral. Si bien la IVDD no es tan específica de la raza en los gatos como lo es en los perros, ciertas razas, como el Maine Coon, pueden estar en mayor riesgo.
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Trauma: Las lesiones físicas, como una caída o un accidente automovilístico, pueden provocar daños en los discos intervertebrales, lo que hace que se hernien o degeneren.
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EdadA medida que los gatos envejecen, los discos intervertebrales pueden sufrir una degeneración natural. La pérdida de hidratación y elasticidad del disco puede aumentar el riesgo de IVDD.
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Obesidad: Los gatos con sobrepeso tienen un mayor riesgo de tener problemas en las articulaciones y la columna vertebral, incluida la IVDD. El exceso de peso ejerce más presión sobre la columna vertebral, lo que aumenta la probabilidad de daño del disco.
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Anomalías congénitasAlgunos gatos pueden nacer con anomalías de la columna vertebral que los predisponen a la IVDD. Estos pueden incluir problemas con la forma o la estructura de las vértebras o los discos.
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Infección o inflamaciónEn casos raros, las infecciones o la inflamación pueden debilitar los discos intervertebrales y contribuir al desarrollo de IVDD.
Síntomas de la IVDD en gatos
Los síntomas de la IVDD en gatos pueden variar según la ubicación y la gravedad del problema del disco. Los signos comunes incluyen:
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Dolor: El síntoma más común de la IVDD es el dolor, que puede localizarse en el cuello o la espalda. Los gatos con IVDD pueden mostrar signos de incomodidad, como cojera, renuencia a moverse o gritar cuando se tocan.
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Movilidad reducida: Los gatos con IVDD pueden tener dificultad para caminar, saltar o trepar. En los casos más graves, pueden mostrar signos de parálisis parcial o completa.
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Debilidad o ataxia: La ataxia se refiere a una falta de coordinación, que puede hacer que el gato parezca tambaleante o inestable. Esto se observa típicamente en casos en los que se ha producido daño a los nervios.
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Postura anormal: Los gatos con IVDD de la columna cervical pueden mantener la cabeza en una posición anormal, a menudo con el cuello arqueado o inclinado hacia un lado. Los gatos con IVDD toracolumbar pueden arquear la espalda en respuesta al dolor.
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Pérdida del control de la vejiga o los intestinosEn casos graves de IVDD, el daño a la médula espinal puede afectar la capacidad del gato para controlar la micción o la defecación, lo que provoca incontinencia.
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Cambios en el comportamientoLos gatos son conocidos por su naturaleza estoica, por lo que los cambios en el comportamiento, como el aumento de la irritabilidad, la agresión o el ocultamiento, pueden indicar dolor e incomodidad.
Diagnóstico de la IVDD en gatos
Si sospechas que tu gato puede tener IVDD, es importante que busques atención veterinaria de inmediato. Es necesario un examen exhaustivo y una evaluación diagnóstica para confirmar el diagnóstico. Los métodos de diagnóstico comunes incluyen:
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Examen físico: El veterinario realizará un examen físico detallado para evaluar la movilidad, los reflejos y la respuesta al dolor de su gato. Pueden evaluar el dolor a lo largo de la columna vertebral y evaluar el tono muscular y la coordinación.
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Radiografías (Radiografías): Las radiografías pueden ayudar a identificar problemas con las vértebras, como degeneración del disco, desalineación o signos de traumatismo. Sin embargo, las radiografías pueden no ser suficientes para visualizar los tejidos blandos como los discos intervertebrales.
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Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés): Una resonancia magnética proporciona una imagen detallada de los tejidos blandos y es la forma más eficaz de diagnosticar la IVDD. Puede mostrar hernia discal, compresión de la médula espinal y daño a los nervios.
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Tomografía computarizada (TC): En algunos casos, se puede utilizar una tomografía computarizada para evaluar la columna vertebral y las estructuras circundantes. Si bien no es tan detallada como una resonancia magnética para la evaluación de tejidos blandos, una tomografía computarizada puede ayudar a evaluar las anomalías óseas.
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Mielografía: Se inyecta un tinte de contraste especial en el canal raquídeo, seguido de radiografías, para identificar áreas de compresión de la médula espinal. Esta técnica se utiliza a menudo cuando la resonancia magnética no está disponible.
Opciones de tratamiento para la IVDD en gatos
El tratamiento para la IVDD en gatos depende de la gravedad de la afección y de la ubicación del problema del disco. Hay dos enfoques principales: el tratamiento conservador y la intervención quirúrgica.
1. Gestión conservadora
En casos leves a moderados de IVDD, el tratamiento conservador puede ser eficaz. Por lo general, esto implica:
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Descanso y actividad restringida: Limitar el movimiento del gato para permitir que la columna vertebral sane. Esto puede implicar confinar al gato a un espacio pequeño, como una jaula o una habitación tranquila, durante varias semanas.
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Manejo del dolor: El alivio del dolor es esencial para garantizar que el gato se sienta cómodo durante el proceso de curación. Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o esteroides para reducir la inflamación y controlar el dolor.
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FisioterapiaUna vez que se ha controlado el dolor, se puede recomendar fisioterapia para ayudar a mejorar la movilidad y la fuerza. Esto podría incluir estiramientos suaves, masajes y ejercicios para promover la coordinación.
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Control de pesoPara los gatos obesos, la pérdida de peso es crucial para reducir el estrés en la columna vertebral y prevenir más complicaciones.
2. Tratamiento quirúrgico
En los casos más graves de IVDD, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el material de la hernia discal y aliviar la presión sobre la médula espinal. Las opciones quirúrgicas incluyen:
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Hemilaminectomía: Procedimiento en el que se extirpa parte de las vértebras para acceder al material de la hernia discal y eliminarlo.
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Discectomía: Cirugía en la que se extirpa el disco intervertebral dañado, ya sea por vía ventral (frontal) o dorsal (superior).
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Fusión espinal: En los casos en que hay una inestabilidad grave de la columna, las vértebras pueden fusionarse para evitar daños mayores.
La cirugía suele ir seguida de un periodo de rehabilitación, que incluye fisioterapia, para garantizar el mejor resultado posible para el gato.
Pronóstico para gatos con IVDD
El pronóstico de los gatos con IVDD varía en función de la gravedad de la enfermedad y del éxito del tratamiento. Los gatos con IVDD leve que reciben un tratamiento conservador pueden recuperarse por completo, mientras que aquellos con daño nervioso grave o parálisis pueden experimentar un deterioro permanente. Los gatos que se someten a una cirugía exitosa a menudo tienen un buen pronóstico, pero el tiempo de recuperación puede variar.
Es importante tener en cuenta que el diagnóstico y la intervención tempranos son clave para mejorar los resultados. Si sospechas que tu gato sufre de IVDD, busca atención veterinaria de inmediato para evitar más complicaciones.
Prevención de la IVDD en gatos
Si bien no todos los casos de IVDD se pueden prevenir, hay varias medidas que puede tomar para reducir el riesgo:
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Mantener un peso saludable: Mantener a tu gato en un peso saludable puede reducir la tensión en su columna vertebral y disminuir el riesgo de problemas de disco.
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Proporcionar un entorno seguro: Minimice el riesgo de trauma asegurándose de que el entorno de su gato esté libre de peligros como lugares altos o áreas donde pueda caer.
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Chequeos veterinarios regulares: Las visitas veterinarias de rutina pueden ayudar a identificar los primeros signos de problemas de la columna vertebral y permitir una intervención oportuna.
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Fomente el ejercicio suave: El ejercicio regular y de bajo impacto puede ayudar a mantener fuertes los músculos de tu gato y apoyar la salud de la columna vertebral.
Conclusión
Si bien la IVDD en gatos es relativamente rara, es una afección grave que puede causar dolor significativo y problemas de movilidad a largo plazo si no se trata. Comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento es esencial para cualquier dueño de gato, ya que la intervención temprana puede mejorar significativamente el pronóstico. Ya sea a través de un tratamiento conservador o una intervención quirúrgica, muchos gatos con IVDD pueden vivir vidas plenas con el cuidado y la atención adecuados. Al mantener la salud general de tu gato y buscar atención veterinaria inmediata si surgen síntomas, puedes ayudar a minimizar el riesgo de IVDD y asegurarte de que tu amigo felino se mantenga cómodo y feliz.

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