Tularemia en perros

icon March 8, 2025
by:puaintapets

¿Qué es la tularemia en los perros?

La tularemia, también conocida como "fiebre del conejo" o "fiebre de la mosca del ciervo", es una enfermedad bacteriana zoonótica causada por la bacteria Francisella tularensis. Si bien afecta principalmente a animales salvajes como conejos y roedores, la tularemia también puede representar una amenaza para los animales domésticos, incluidos los perros. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas, el tratamiento y la prevención de la tularemia en los perros.

Fiebre del conejo - Tularemia en perros

¿Cuáles son los síntomas de la tularemia en perros?

La tularemia puede tener diferentes formas clínicas en los perros, y los síntomas pueden variar según la vía de exposición y la cepa de las bacterias involucradas. Los síntomas comunes de la tularemia en los perros pueden incluir:

  • Fiebre: La fiebre alta es un signo típico de la tularemia.
  • Letargo: Los perros con tularemia a menudo parecen débiles y letárgicos.
  • Ganglios linfáticos inflamados: Los ganglios linfáticos agrandados, especialmente alrededor de la cabeza y el cuello, son un hallazgo común en la tularemia.
  • Pérdida de apetito: Los perros afectados pueden perder el apetito y negarse a comer.
  • Deshidratación: La deshidratación puede ocurrir debido a la fiebre y la reducción de la ingesta de agua.
  • Pérdida de peso: La pérdida rápida de peso es un síntoma común en la tularemia.
  • Síntomas oculares: En algunos casos, la tularemia puede causar conjuntivitis (inflamación de los ojos), secreción de los ojos e incluso úlceras corneales.
  • Signos respiratorios: Si la forma respiratoria de la tularemia está presente, los perros pueden presentar tos, dificultad para respirar o secreción nasal.
  • Síntomas gastrointestinales: La ingestión de alimentos o agua contaminados puede provocar signos gastrointestinales como vómitos y diarrea.
  • Dolor en las articulaciones: Puede producirse dolor articular y cojera, especialmente en la forma ulceroglandular de la tularemia.
  • Lesiones cutáneas: Algunos perros con tularemia desarrollan lesiones cutáneas o abscesos.

¿Cuál es el primer síntoma de la tularemia en los perros?

El primer síntoma de la tularemia en los perros puede variar, pero a menudo se presenta como una aparición repentina de fiebre, letargo y pérdida de apetito. 

Causas de la tularemia en perros

Los perros pueden contraer tularemia a través de varios medios, y la enfermedad puede manifestarse de varias formas. Estas son algunas de las causas comunes y las formas en que los perros pueden adquirir tularemia:

  • Contacto con animales infectados, como roedores silvestres, conejos, liebres y otros mamíferos pequeños. 
  • La tularemia también puede transmitirse a los perros a través de las picaduras de garrapatas infectadas, moscas de los ciervos y otros insectos que se alimentan de sangre. 
  • Ingestión de agua contaminada o contacto con suelo o agua contaminada, particularmente si tienen heridas abiertas o membranas mucosas que pueden servir como puntos de entrada para las bacterias.
  • Ingestión de presas infectadas
  • Aunque es menos común, los perros pueden infectarse al inhalar bacterias transportadas por el aire, especialmente en áreas donde prevalece la tularemia. 

Tularemia en perros

¿Pueden los perros enfermarse por la caca de conejo?

Los perros pueden enfermarse por las heces de conejo, como se mencionó anteriormente, se sabe que los conejos son portadores de Francisella tularensis, la bacteria responsable de la tularemia. Si un perro ingiere o entra en contacto con heces de conejo que contienen esta bacteria, puede provocar una infección por tularemia.

¿Es mortal la tularemia en los perros?

La tularemia en perros puede presentarse de varias formas, incluyendo ulceroglandular, glandular, oculoglandular, orofaríngea y respiratoria. En los casos leves de tularemia, los perros pueden recuperarse con el tratamiento adecuado, y el pronóstico puede ser relativamente bueno. Sin embargo, en casos graves o si no se trata, la tularemia puede provocar complicaciones graves y puede ser mortal. Por ejemplo, la tularemia respiratoria puede ser particularmente grave y potencialmente mortal.

Tularemia en perros

Cómo tratar la tularemia en perros

El primer paso en el tratamiento de la tularemia es obtener un diagnóstico definitivo. Esto implica un examen físico completo por parte de un veterinario y puede incluir análisis de sangre, serología y otros procedimientos de diagnóstico. Un diagnóstico presuntivo también puede basarse en los signos clínicos y en los antecedentes de posible exposición a la bacteria (por ejemplo, contacto con animales o hábitats infectados).

Si se sospecha de tularemia, es importante aislar al perro infectado para evitar la posible propagación de la enfermedad a otros animales y humanos. La tularemia puede ser zoonótica, lo que significa que puede transmitirse entre animales y humanos.

El tratamiento de la tularemia en perros implica principalmente el uso de antibióticos para atacar la infección bacteriana subyacente causada por Francisella tularensis. Además de los antibióticos, puede ser necesario recibir cuidados de apoyo para controlar los síntomas y ayudar en la recuperación del perro. A continuación, se presenta una descripción general del enfoque de tratamiento para la tularemia en perros:

Antibióticos

Los antibióticos son la base del tratamiento de la tularemia en los perros. El antibiótico específico elegido puede depender de la forma y la gravedad de la enfermedad. Los antibióticos comúnmente utilizados para tratar la tularemia en perros incluyen estreptomicina, gentamicina, tetraciclinas (p. ej., doxiciclina), y fluoroquinolonas (por ejemplo, ciprofloxacina). El curso del tratamiento con antibióticos suele durar una duración prescrita, y es crucial completar todo el curso según las indicaciones del veterinario, incluso si los síntomas del perro mejoran antes de completarlo.

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  • Tratamientos para el resfriado y la tos, la inflamación y la infección bacteriana
  • Eficacia duradera

Ingredientes

Doxiciclina HCl

Cuidados de apoyo

Es posible que se necesiten cuidados de apoyo para controlar los síntomas y las complicaciones asociados con la tularemia. Esto puede incluir terapia de fluidos para mantener la hidratación, manejo del dolor y apoyo nutricional si el perro no está comiendo bien.

  • Fiebre: Si el perro tiene fiebre alta, se pueden recetar medicamentos para reducir la fiebre, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir la temperatura corporal y hacer que el perro se sienta más cómodo.
  • Síntomas oculares: Los síntomas oculares pueden requerir el uso de gotas o ungüentos para aliviar las molestias y tratar afecciones como la conjuntivitis o las úlceras corneales.
  • Signos respiratoriosEn los casos de la forma respiratoria de la tularemia, los antibióticos son cruciales para tratar la infección subyacente. La atención de apoyo puede incluir medicamentos para aliviar la tos y ayudar con la respiración.
  • Síntomas gastrointestinales: Los signos gastrointestinales, como vómitos y diarrea, se pueden controlar de forma sintomática. Garantizar el acceso al agua potable es esencial para prevenir la deshidratación.
  • Dolor en las articulaciones: Los perros que experimentan dolor en las articulaciones y cojera pueden beneficiarse del tratamiento del dolor (p. ej., meloxicam), que pueden incluir analgésicos y suplementos para las articulaciones (p. ej., glucosamina condroitina). 
  • Lesiones cutáneas: Las lesiones cutáneas o abscesos pueden requerir tratamientos antibacterianos tópicos y cuidado de heridas. Mantener el área afectada limpia y libre de infecciones es importante para la curación. (p. ej., Spray antibacteriano para perros)

¿Cómo se previene la tularemia en los perros?

La prevención de la tularemia en los perros implica una combinación de estrategias para minimizar el riesgo de exposición a la bacteria causante, Francisella tularensis, y para detectar y abordar cualquier infección potencial de forma temprana. Estas son algunas medidas clave para ayudar a prevenir la tularemia en los perros:

Control de garrapatas e insectos

  • Use productos de prevención de garrapatas recomendados por su veterinario para reducir el riesgo de transmisión de la tularemia a través de las garrapatas.
  • Proteja a su perro de las picaduras de insectos usando repelentes de insectos y evitando las áreas donde prevalecen las moscas de los ciervos y otros insectos que se alimentan de sangre.
  • Después de las actividades al aire libre, realice controles regulares de garrapatas en su perro, prestando mucha atención a las áreas donde se encuentran comúnmente las garrapatas, como las orejas, el cuello y entre los dedos de los pies.

Estos son algunos de los ingredientes activos comunes que se encuentran en los repelentes de garrapatas para perros:

  • Fipronil
  • Permetrina
  • Imidacloprid
  • Selamecina

Evite el contacto con la vida silvestre

Evita que tu perro cace o persiga animales salvajes, como conejos y roedores, que pueden ser portadores de la bacteria.
Mantenga a su perro con correa en áreas donde la vida silvestre sea abundante para evitar el contacto directo.

Limpieza adecuada de residuos

Retire de inmediato cualquier cadáver de vida silvestre o animales muertos de su propiedad para reducir el riesgo de infección.
Evite tocar o manipular animales muertos sin guantes protectores.

Atención Veterinaria Regular

Asegúrate de que tu perro reciba chequeos veterinarios de rutina, incluidas las vacunas y el control de parásitos.
Hable con su veterinario sobre la prevalencia de la tularemia en su región y cualquier medida preventiva adicional que pueda ser apropiada.

Preguntas frecuentes

¿Se puede reinfectar a un perro recuperado con tularemia (fiebre del conejo)?

Si bien es cierto que los perros que se han recuperado de la tularemia suelen desarrollar una inmunidad duradera a la cepa específica de Francisella tularensis que causó su infección inicial, es importante tener en cuenta que la tularemia es causada por varias subespecies diferentes de la bacteria, y es posible que la inmunidad no brinde protección contra todas ellas. Por lo tanto, es posible que un perro recuperado se infecte con una cepa diferente de Francisella tularensis o que se encuentre con otras fuentes de la bacteria y desarrolle una nueva infección.

¿Existe una vacuna específica contra la tularemia (fiebre del conejo) para perros?

La tularemia es relativamente rara en los perros, y la enfermedad no es un objetivo de vacunación de rutina como las enfermedades caninas más comunes.

Conclusión

La tularemia es una infección bacteriana grave que puede afectar a los perros, lo que supone un riesgo para la salud tanto de las mascotas como de sus dueños. El conocimiento de las causas, los síntomas, el tratamiento y la prevención de la tularemia es esencial para salvaguardar la salud y el bienestar de los perros y de las personas que los cuidan. Si sospecha que su perro puede tener tularemia, busque atención veterinaria inmediata para garantizar una recuperación rápida y exitosa.

 

 

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