Enfermedad de Cushing en perros

icon March 8, 2025
by:puaintapets

¿Qué es la enfermedad de Cushing en perros?

La enfermedad de Cushing, también conocida como hiperadrenocorticismo, es un trastorno endocrino común que afecta a los perros. Ocurre cuando las glándulas suprarrenales producen un exceso de cortisol, una hormona que desempeña un papel crucial en varias funciones corporales. La enfermedad de Cushing puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar general de un perro. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para la enfermedad de Cushing en perros.

Enfermedad de Cushing en perros

¿Cuáles son las tres etapas de la enfermedad de Cushing en perros?

La enfermedad de Cushing en perros, también conocida como hiperadrenocorticismo, es una afección causada por una sobreproducción de cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales. Por lo general, esta afección progresa a través de tres etapas:

Etapa preclínica

En esta etapa inicial, es posible que el perro no muestre ningún signo clínico notable y la enfermedad puede ser difícil de diagnosticar. Sin embargo, puede haber cambios bioquímicos sutiles en los análisis de sangre del perro que indican niveles elevados de cortisol. Algunos perros pueden desarrollar un aumento de la sed y la micción durante esta etapa.

Etapa sintomática

A medida que la enfermedad de Cushing progresa, el perro comenzará a mostrar signos clínicos más notables. Los síntomas comunes en esta etapa incluyen:

  • Aumento de la sed y la micción (polidipsia y poliuria)
  • Aumento del apetito
  • Aumento de peso, a menudo con una apariencia barrigona
  • Debilidad muscular y emaciación
  • Adelgazamiento de la piel, lo que provoca hematomas con facilidad
  • Caída del cabello (alopecia), especialmente en el tronco
  • Infecciones cutáneas recurrentes y cicatrización lenta de heridas
  • Jadeo y jadeo excesivo (polifagia)
  • Cambios en el comportamiento, como aumento de la inquietud o el letargo
  • Agrandamiento del abdomen debido a un hígado agrandado (hepatomegalia)

Etapa complicada

Si no se trata, la enfermedad de Cushing puede progresar a una etapa complicada en la que pueden surgir problemas de salud más graves. Estas complicaciones pueden incluir:

  • Diabetes mellitus: Los niveles elevados de cortisol pueden interferir con la función de la insulina, lo que provoca diabetes en algunos casos.
  • Hipertensión (presión arterial alta): La enfermedad de Cushing puede causar un aumento de la presión arterial, lo que puede provocar problemas cardiovasculares.
  • Infecciones: El debilitamiento de la función inmunitaria puede hacer que los perros sean más susceptibles a las infecciones.
  • Trastornos de la coagulación de la sangre: La enfermedad de Cushing puede provocar cambios en los mecanismos de coagulación de la sangre.
  • Signos neurológicos: En algunos casos avanzados, pueden desarrollarse síntomas neurológicos.

Causas de la enfermedad de Cushing en perros

La enfermedad de Cushing en perros puede ser causada por tres factores principales:

  • Enfermedad de Cushing dependiente de la hipófisis: Esta es la forma más común de la afección, representando alrededor del 80-85% de los casos. Ocurre cuando un tumor en la glándula pituitaria (ubicada en la base del cerebro) sobreestimula las glándulas suprarrenales, lo que lleva a una producción excesiva de cortisol.
  • Enfermedad de Cushing dependiente de suprarrenales: En alrededor del 15% de los casos, se desarrolla un tumor en una o ambas glándulas suprarrenales, lo que hace que produzcan un exceso de cortisol de forma independiente. Estos tumores pueden ser benignos o malignos.
  • Enfermedad de Cushing iatrogénicaA veces, la enfermedad de Cushing puede ser un efecto secundario del uso prolongado de medicamentos esteroides. Esto se conoce como enfermedad de Cushing iatrogénica y, por lo general, es reversible mediante la disminución gradual de la medicación.

¿Qué razas de perros tienen más riesgo de contraer la enfermedad de Cushing?

Las razas más comúnmente afectadas incluyen:

  • Caniche: Los caniches miniatura y toy, en particular, tienen un mayor riesgo.
  • Dachshund: Especialmente las variedades miniatura y estándar.
  • Razas de terriers: Los Yorkshire terriers y los Boston terriers se encuentran entre los que corren un mayor riesgo.
  • Beagle: Los beagles también son propensos a la enfermedad de Cushing.
  • Boxeador: Esta raza puede estar predispuesta a la enfermedad.
  • Pastor alemánAunque es menos común que en otras razas, los pastores alemanes aún pueden desarrollar la enfermedad de Cushing.

Es esencial que los dueños de estas razas y cualquier perro, en general, estén atentos a los chequeos regulares y al seguimiento de los síntomas de la enfermedad de Cushing. 

¿Cómo diagnosticar la enfermedad de Cushing en perros?

Los veterinarios a menudo comienzan evaluando los signos clínicos y el historial médico del perro. Los signos clínicos comunes de la enfermedad de Cushing en perros incluyen:

  • Aumento de la sed y la micción
  • Aumento del apetito
  • Aumento de peso, a menudo con una apariencia barrigona
  • Desgaste muscular
  • Caída del cabello y adelgazamiento del pelaje
  • Problemas de la piel como adelgazamiento, moretones o cicatrización lenta de heridas
  • Jadear en exceso
  • Inquietud y cambios de comportamiento
  • Examen físico:
  • Un examen físico completo realizado por un veterinario puede revelar signos específicos asociados con la enfermedad de Cushing, como distensión abdominal o cambios en la piel.

Análisis de sangre

Los análisis de sangre son esenciales para diagnosticar la enfermedad de Cushing. Por lo general, se realizan dos análisis de sangre principales:

a. Prueba de estimulación de ACTH (prueba LDDS): Se considera el estándar de oro para diagnosticar la enfermedad de Cushing. Consiste en inyectar al perro una forma sintética de ACTH (hormona adrenocorticotrópica) y luego medir los niveles de cortisol antes y después de la inyección. En los perros con enfermedad de Cushing, los niveles de cortisol permanecerán elevados después de la inyección.

b. Prueba de supresión de dexametasona en dosis bajas (LDDST): En esta prueba, se administra al perro una pequeña dosis de dexametasona, un corticosteroide sintético, y se miden los niveles de cortisol antes y después de la administración. En la enfermedad de Cushing, los niveles de cortisol permanecen elevados después de la inyección de dexametasona.

Análisis de orina:

Las pruebas de orina pueden ayudar a confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de enfermedad de Cushing (dependiente de la hipófisis o suprarrenal). Se puede medir el cociente cortisol/creatinina en orina (UC:Cr). Los niveles elevados pueden sugerir la enfermedad de Cushing.

Imagenológico:

En algunos casos, se pueden realizar estudios de diagnóstico por imágenes para identificar la causa subyacente de la enfermedad de Cushing o para descartar otras afecciones. La ecografía abdominal se usa comúnmente para visualizar las glándulas suprarrenales y buscar cualquier anomalía.

Una vez que se diagnostique la enfermedad de Cushing, su veterinario trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento adaptado a las necesidades específicas de su perro. 

Tratamiento para la enfermedad de Cushing en perros

Hay dos formas principales de la enfermedad de Cushing en los perros: dependiente de la hipófisis y dependiente de las glándulas suprarrenales. Las opciones de tratamiento pueden variar según la causa subyacente, pero estos son los enfoques generales para tratar la enfermedad de Cushing en perros:

Tratamiento de la enfermedad de Cushing hipofisaria:

  • Medicación: El tratamiento más común para la enfermedad de Cushing dependiente de la hipófisis es el uso de medicamentos. Por lo general, se trata de medicamentos como el trilostano (Vetoryl) o el mitotano (Lysodren). Estos medicamentos ayudan a suprimir la sobreproducción de cortisol.

Tratamiento de la enfermedad de Cushing dependiente de suprarrenales:

  • Cirugía: Si se identifica un tumor en una de las glándulas suprarrenales, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de la glándula afectada.
  • MedicaciónEn algunos casos, también se pueden usar medicamentos como el trilostano o el mitotano para controlar la enfermedad de Cushing dependiente de las glándulas suprarrenales si la cirugía no es una opción.

Manejo de los síntomas

La enfermedad de Cushing puede causar una variedad de síntomas, que incluyen aumento de la sed y la micción, problemas de la piel y debilidad muscular. 

Problemas de la piel

Los problemas de la piel son comunes en los perros con enfermedad de Cushing. Estos pueden incluir adelgazamiento de la piel, pérdida de cabello, infecciones cutáneas y cicatrización lenta de heridas.

Tratamiento: Tratar los problemas de la piel a menudo implica tratar las infecciones cutáneas secundarias con antibióticos o Medicamentos antimicóticos. Además, proporcionar un buen cuidado de la piel, como baños regulares con un champú suave e hipoalergénico, puede ayudar a mejorar la calidad de la piel y el pelaje. El control de la enfermedad de Cushing subyacente con medicamentos también puede mejorar las condiciones de la piel con el tiempo.

Debilidad muscular

Los perros con enfermedad de Cushing pueden experimentar debilidad muscular y pérdida de masa muscular. Esto puede resultar en una reducción de la actividad física y la movilidad.

Tratamiento: El ejercicio adecuado y una dieta equilibrada pueden ayudar a mantener la masa muscular y prevenir una mayor debilidad. En algunos casos, su veterinario puede recomendar suplementos como Ácidos grasos omega-3 o Suplementos para las articulaciones para apoyar la salud general de los músculos y las articulaciones.

Es importante tener en cuenta que la enfermedad de Cushing es una afección crónica que requiere un tratamiento continuo. El tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del perro. 

¿Cómo prevenir la enfermedad de Cushing en perros?

Prevenir la enfermedad de Cushing en los perros no siempre es posible, ya que puede ser causada por varios factores subyacentes, como la genética y el envejecimiento. Sin embargo, hay algunas medidas que puede tomar para reducir el riesgo o controlar la afección si se desarrolla. Estas son algunas medidas preventivas y estrategias de manejo:

Mantener un peso saludable

La obesidad es un factor de riesgo para la enfermedad de Cushing. Mantenga a su perro en un peso saludable mediante el control de las porciones, el ejercicio regular y una dieta equilibrada. Consulte a su veterinario para obtener orientación sobre un plan de control de peso adecuado.

Dieta para perros con enfermedad de Cushing

Los perros con la enfermedad de Cushing suelen ser propensos al aumento de peso y la obesidad. Una dieta baja en grasas puede ayudar a prevenir el aumento excesivo de peso, lo que puede exacerbar la afección. Busque alimentos para perros con menor contenido de grasa o considere preparar comidas caseras con proteínas magras y fuentes de grasa limitadas, como las carnes magras (pollo, pavo, carne magra de res), el pescado y los huevos pueden ayudar a mantener la masa muscular y apoyar la salud en general. 

Reducir el estrés

Los niveles altos de estrés pueden contribuir potencialmente al desarrollo o exacerbación de la enfermedad de Cushing. Proporcione a su perro un ambiente tranquilo y estable, ejercicio regular y mucha estimulación mental.

Ejercicio regular

El ejercicio es crucial para la salud en general y puede ayudar a controlar el peso. Asegúrese de que su perro realice actividad física diaria adecuada para su edad, raza y nivel de condición física.

Monitoree los síntomas

Esté atento a los signos comunes de la enfermedad de Cushing, como aumento de la sed, la micción, el apetito y el letargo. Si nota algún síntoma preocupante, consulte a su veterinario de inmediato para obtener un diagnóstico adecuado.

Consideraciones genéticas

Algunas razas están más predispuestas a desarrollar la enfermedad de Cushing. Si tienes una raza con un riesgo más alto, debes estar especialmente atento a las revisiones periódicas y al control de los síntomas.

Conclusión

La enfermedad de Cushing es una afección manejable en perros con la atención veterinaria adecuada. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de un perro y ayudarlo a llevar una vida feliz y saludable. Si notas alguno de los síntomas mencionados anteriormente o sospechas que tu perro puede tener la enfermedad de Cushing, no dudes en consultar a tu veterinario para una evaluación exhaustiva y orientación sobre el mejor curso de acción.

 

 

 

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