Síndrome de vómitos biliares caninos

icon March 8, 2025
by:puaintapets

El síndrome de vómito bilioso (SVB) en perros es una afección gastrointestinal que provoca vómitos ocasionales o recurrentes de bilis, un líquido digestivo producido por el hígado. Si bien el vómito es un síntoma común en los perros y puede ser causado por varios factores, el BVS se refiere específicamente a la expulsión de bilis, que a menudo ocurre temprano en la mañana o con el estómago vacío. 

Síndrome de vómitos biliares caninos

¿Qué es el síndrome de vómitos biliares caninos?

El síndrome de vómito bilioso canino ocurre cuando un perro vomita bilis, que es un líquido amarillo o verdoso producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar. La bilis es esencial para la digestión de las grasas en el intestino delgado, pero cuando se producen vómitos debido al BVS, generalmente se expulsa con el estómago vacío. Los vómitos suelen ir acompañados de náuseas, malestar y, a veces, otros síntomas de malestar gastrointestinal.

Si bien la causa exacta del VVS no se comprende por completo, se cree que está relacionado con un estómago vacío y la forma en que la bilis interactúa con el tracto gastrointestinal. La bilis normalmente se libera en el intestino delgado para ayudar en la digestión, pero si el estómago está vacío durante un período prolongado, la bilis puede irritar el revestimiento del estómago y provocar vómitos.

Causas de los vómitos biliosos en perros

La causa exacta del síndrome de vómitos biliosos es multifactorial y no siempre es fácil de precisar. Varios factores pueden contribuir a la afección:

  1. Estómago vacío: La causa más común del síndrome de vómitos biliares en perros es el estómago vacío. Cuando el estómago de un perro está vacío durante demasiado tiempo, la bilis puede irritar el revestimiento del estómago, lo que provoca náuseas y vómitos. Es más probable que esto suceda por la mañana después de que el perro haya pasado varias horas sin comer.

  2. Retraso en el vaciamiento gástricoAlgunos perros pueden tener un retraso en el vaciado gástrico, lo que significa que la comida en sus estómagos no pasa a los intestinos al ritmo habitual. Esto puede hacer que la bilis se acumule en el estómago y, finalmente, provoque vómitos.

  3. Problemas del hígado o la vesícula biliar: Las enfermedades que afectan el hígado o la vesícula biliar pueden provocar una producción o liberación anormal de bilis, lo que puede provocar vómitos biliares. Afecciones como la hepatitis, la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar) u otros trastornos hepáticos podrían contribuir al BVS.

  4. Reflujo Ácido o GastritisLos perros con reflujo ácido o gastritis pueden experimentar irritación del revestimiento del estómago, lo que puede exacerbar los vómitos de bilis. Cuando el revestimiento del estómago está inflamado o irritado, la bilis puede causar más molestias y vómitos.

  5. Factores dietéticos: El tipo, la frecuencia y el horario de las comidas pueden afectar la producción de bilis y su interacción con el estómago. Los perros que se alimentan de forma irregular o que siguen una dieta alta en grasas pueden ser más propensos a desarrollar BVS.

  6. Factores de edad y raza: Los perros mayores o ciertas razas pueden ser más susceptibles a los problemas gastrointestinales, incluido el BVS. Se ha informado que razas como el pastor alemán, el beagle y el schnauzer miniatura tienen una mayor incidencia de BVS.

  7. Otros trastornos gastrointestinales: Afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), pancreatitis, o las infecciones gastrointestinales pueden aumentar la probabilidad de vómitos biliosos. Estas condiciones pueden contribuir a la interrupción de los procesos digestivos, lo que lleva a la acumulación de bilis en el estómago.

Síntomas del síndrome de vómitos biliosos caninos

Si bien el vómito biliar es el síntoma distintivo del BVS, otros signos pueden acompañar a esta afección. Los síntomas comunes incluyen:

  1. Vómitos matutinos: Los vómitos suelen producirse a primera hora de la mañana, antes de que el perro haya comido. Esto se debe a que el estómago está vacío y la bilis irrita el revestimiento del estómago.

  2. Vómito amarillo o verde: El vómito suele aparecer de color amarillo o verde, reflejando el contenido de bilis. En algunos casos, puede tener una consistencia espumosa.

    Síndrome de vómitos biliares caninos

  3. Pérdida de apetito: Los perros que padecen el síndrome del vómito bilioso pueden perder el apetito debido a las náuseas o molestias causadas por la irritación del revestimiento del estómago.

  4. LetargoComo resultado de molestias, náuseas y potencialmente alteración de la digestión, los perros pueden volverse letárgicos o menos activos.

  5. Dolor o malestar abdominal: Los perros con BVS pueden mostrar signos de dolor abdominal, como lloriqueos, inquietud o sensibilidad cuando se les toca el estómago.

  6. Malestar gastrointestinal frecuente: Otros síntomas gastrointestinales, como diarrea o heces blandas, pueden acompañar al BVS, especialmente si la afección está relacionada con un trastorno gastrointestinal subyacente.

¿Cómo se trata el síndrome de vómitos biliares en perros?

El tratamiento para el síndrome de vómitos biliares a menudo se centra en controlar los síntomas y abordar las causas subyacentes. Si bien la BVS puede ser angustiante tanto para el perro como para su dueño, generalmente es una condición manejable con el enfoque correcto.

  1. Ajustes en el horario de alimentación: Uno de los primeros pasos en el manejo de la BVS es ajustar el horario de alimentación del perro. Ofrecer comidas más pequeñas y frecuentes a lo largo del día puede ayudar a prevenir el estómago vacío y reducir la probabilidad de irritación biliar. En algunos casos, un refrigerio nocturno también puede ser beneficioso para prevenir el vómito a la mañana siguiente.

  2. Alimentación con una dieta baja en grasasUna dieta alta en grasas puede contribuir a la producción de un exceso de bilis, lo que puede exacerbar los vómitos biliosos. Una dieta baja en grasas y fácil de digerir puede ayudar a regular la producción de bilis y reducir los síntomas.

  3. Medicamentos contra las náuseas: Se pueden recetar medicamentos como antieméticos (como maropitant u ondansetrón) para reducir las náuseas y los vómitos. Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas agudos y mejorar la comodidad del perro.

  4. Inhibidores de la bomba de protones o antiácidos: Si se sospecha de reflujo ácido o gastritis, los medicamentos para reducir el ácido estomacal pueden ser útiles. Los inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol) o los antiácidos (como la famotidina) pueden reducir la irritación estomacal, lo que puede ayudar a aliviar los vómitos.

  5. Enlaces de ácidos biliares: En algunos casos, se pueden usar medicamentos fijadores de ácidos biliares para evitar que la bilis irrite el revestimiento del estómago. Estos medicamentos pueden ayudar a regular el flujo de bilis y reducir la frecuencia de los vómitos.

  6. Probióticos: Si un desequilibrio gastrointestinal subyacente, como la disbiosis (un desequilibrio de las bacterias intestinales), está contribuyendo al BVS, los probióticos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de las bacterias beneficiosas en el intestino. Esto puede promover una mejor digestión y una salud gastrointestinal en general.

  7. Tratamiento de las afecciones subyacentes: Si el síndrome de vómito bilioso es secundario a una afección subyacente, como enfermedad hepática o pancreatitis, el tratamiento se centrará en controlar esa afección. Por ejemplo, se pueden usar antibióticos para tratar infecciones, o se pueden recetar corticosteroides para controlar la inflamación.

  8. Cirugía (en casos raros)En algunos casos, si un perro tiene un problema anatómico, como un trastorno de la motilidad en el estómago o los intestinos, se puede considerar la cirugía. Sin embargo, esto generalmente solo se recomienda cuando otras opciones de tratamiento han fracasado o cuando el perro tiene una afección más grave que requiere una intervención quirúrgica.

Condiciones y gestión relacionadas

Si bien el BVS es una afección distinta, a menudo coexiste con otros trastornos gastrointestinales o puede confundirse con ellos. Entre ellas se encuentran:

  • Gastritis: La gastritis, o inflamación del revestimiento del estómago, es otra afección que puede causar vómitos y molestias en los perros. Los perros con gastritis pueden experimentar náuseas y vómitos, similares a los del BVS, y pueden requerir un régimen de tratamiento que incluya medicamentos reductores de ácido o medicamentos contra las náuseas.

  • Pancreatitis: La inflamación del páncreas puede provocar síntomas como vómitos, dolor abdominal y falta de apetito. La pancreatitis a veces puede confundirse con el VVS, especialmente si la bilis está involucrada en los vómitos. La pancreatitis requiere un tratamiento específico, que incluye ayuno, líquidos intravenosos y, a veces, control del dolor.

  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): La enfermedad por reflujo gastroesofágico ocurre cuando los ácidos estomacales regresan al esófago, causando irritación y malestar. Los perros con ERGE pueden vomitar bilis y presentar síntomas similares a los del BVS, como náuseas y pérdida de apetito. El tratamiento para la enfermedad por reflujo gastroesofágico puede incluir medicamentos para reducir la producción de ácido y prevenir el reflujo.

Prevención del síndrome de vómitos biliosos

Si bien es posible que no se pueda prevenir por completo, varias estrategias pueden reducir la probabilidad de que un perro desarrolle BVS:

  1. Horario regular de alimentación: Asegúrese de que su perro coma a intervalos regulares durante todo el día y considere agregar un pequeño refrigerio antes de acostarse para evitar un estómago vacío por la mañana.

  2. Control de porciones: Evite sobrealimentar a su perro, ya que esto puede contribuir a la angustia gastrointestinal. La alimentación con comidas más pequeñas y frecuentes puede ayudar a controlar la digestión y la producción de bilis.

  3. Monitorizar la dieta: Aliméntelo con una dieta equilibrada y baja en grasas que sea adecuada para la edad, la raza y el estado de salud de su perro. Evite alimentar a los animales con sobras de la mesa o alimentos que puedan alterar su sistema digestivo.

  4. Chequeos Veterinarios: Las visitas regulares al veterinario son esenciales para detectar a tiempo cualquier problema de salud subyacente. Su veterinario puede recomendar análisis de sangre, imágenes u otros procedimientos de diagnóstico para controlar el hígado, la vesícula biliar y la salud gastrointestinal general de su perro.

Conclusión

El síndrome de vómitos biliosos caninos es una afección manejable, pero a menudo incomprendida, que puede causar una angustia significativa para los perros y sus dueños. Al comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento, puede tomar medidas proactivas para ayudar a su perro a encontrar alivio. Con ajustes en la dieta, medicamentos y atención veterinaria adecuada, muchos perros con BVS llevan vidas felices y cómodas. Si su perro experimenta síntomas de vómitos biliosos, consulte a su veterinario para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento adaptado a las necesidades de su mascota.

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