Lesiones de tobillo canino

Las lesiones de tobillo en los perros, aunque no se discuten con tanta frecuencia como las lesiones en otras partes del cuerpo como las caderas o las rodillas, pueden causar dolor significativo y problemas de movilidad. Estas lesiones pueden variar desde esguinces y distensiones hasta fracturas y dislocaciones, cada una de las cuales requiere un enfoque diferente para el tratamiento y la rehabilitación.
¿Qué son las lesiones de tobillo canino?
El tobillo canino, a menudo conocido como el "corvejón", es una articulación compleja que permite al perro mover su extremidad trasera inferior. Es equivalente al tobillo humano, aunque estructuralmente diferente, y desempeña un papel fundamental en la capacidad del perro para caminar, correr y saltar. La articulación del corvejón está formada por varios huesos, ligamentos, tendones y músculos que le permiten funcionar eficazmente.
Cuando se produce una lesión en esta zona, puede afectar a la capacidad del perro para moverse libremente. Las lesiones de tobillo canino pueden variar desde esguinces menores hasta fracturas más graves, y su gravedad puede variar según el tamaño, la edad, el nivel de actividad y el tipo de lesión del perro. La articulación del corvejón es particularmente susceptible a las lesiones en los perros activos y en aquellos que participan en actividades como correr, saltar y practicar deportes.
Tipos de lesiones de tobillo canino
Hay varios tipos de lesiones que pueden ocurrir en el tobillo canino, cada una con sus propios síntomas, causas y opciones de tratamiento. Entre ellas se encuentran:
1. Esguinces y torceduras
Un esguince se produce cuando los ligamentos que rodean la articulación del corvejón se estiran o desgarran, mientras que una distensión se refiere a un desgarro o estiramiento excesivo de los músculos o tendones. Los esguinces y las distensiones son comunes en los perros activos o aquellos que aumentan repentinamente su nivel de actividad física.
Signos de esguinces y distensiones:
- Cojeando o favoreciendo la pierna lesionada
- Hinchazón o calor alrededor del tobillo
- Dolor o sensibilidad al tacto
- Reducción de la amplitud de movimiento o dificultad para caminar
2. Fracturas
Las fracturas en el tobillo ocurren cuando uno o más de los huesos que forman la articulación del corvejón se rompen. Estas fracturas pueden ser causadas por un traumatismo, como ser atropellado por un automóvil, caerse de una altura o una lesión relacionada con el deporte. Las fracturas pueden ser abiertas (donde el hueso rompe a través de la piel) o cerradas (donde el hueso permanece debajo de la piel).
Signos de una fractura:
- Cojera grave o incapacidad para poner peso sobre la pierna
- Hinchazón, moretones o deformidad del tobillo
- Dolor inmediato o aullidos al tacto
- Hueso que sobresale a través de la piel (en el caso de fracturas abiertas)
3. Dislocaciones
Una dislocación ocurre cuando los huesos de la articulación del corvejón se desplazan de su posición normal, a menudo debido a una lesión traumática. Esto puede causar dolor intenso e inmovilidad, y se considera una emergencia médica. Las dislocaciones pueden dañar los tejidos circundantes, incluidos los ligamentos y tendones, y requieren una intervención veterinaria inmediata.
Signos de una dislocación:
- Dolor intenso e incapacidad para mover la pierna
- Deformidad visible o posición anormal de la pierna
- Hinchazón y moretones
- El perro puede mostrar signos de shock, como encías pálidas o respiración rápida
4. Lesiones de tendones y ligamentos
Las lesiones en los tendones o ligamentos, como un tendón de Aquiles desgarrado o estirado, pueden causar cojera y dolor en la articulación del corvejón. Estas lesiones a menudo son causadas por estrés repetitivo o trauma en el área.
Signos de lesiones de tendones y ligamentos:
- Cojera crónica, especialmente después de hacer ejercicio
- Debilidad o inestabilidad en la pierna afectada
- Hinchazón o inflamación alrededor de la articulación
- Dolor a la palpación (tacto) de la zona afectada
5. Artritis
La artritis o la degeneración de las articulaciones pueden afectar a la articulación del corvejón, especialmente en los perros mayores. A menudo se trata de una afección progresiva, en la que el cartílago de la articulación se desgasta con el tiempo, lo que provoca dolor y rigidez. La artritis puede ser el resultado de lesiones previas o ser parte del proceso de envejecimiento.
Signos de artritis:
- Cojera o rigidez, especialmente después de descansar
- Reducción del nivel de actividad o renuencia a moverse
- Hinchazón en la articulación
- Dificultad para subir o subir escaleras
¿Cómo saber si el tobillo de un perro está torcido o roto?
Una de las preguntas más comunes de los dueños de perros que se enfrentan a una lesión de tobillo es cómo diferenciar entre un esguince y una fractura. Si bien ambas lesiones pueden causar síntomas similares, como cojera, hinchazón y dolor, existen claras diferencias en su presentación.
Esguince de tobillo:
- Nivel de dolor: Generalmente moderado, con el perro cojeando o favoreciendo la pata lesionada pero aún capaz de moverse.
- Hinchazón: Hinchazón leve a moderada alrededor de la articulación, sin deformidad visible.
- Movilidad: Es posible que el perro aún pueda mover la articulación, pero evitará poner peso sobre la pata.
- Reacción al tacto: El perro puede mostrar sensibilidad o dolor cuando se toca la articulación, pero no reacciona con tanta fuerza como con una fractura.
Tobillo roto (fracturado):
- Nivel de dolor: Dolor intenso, con el perro a menudo incapaz o reacio a poner peso sobre la pata.
- Hinchazón: Hinchazón y hematomas significativos, a veces con deformidad visible.
- Movilidad: Es posible que el perro no pueda mover la articulación o caminar sobre la pata afectada.
- Reacción al tacto: Un tobillo fracturado causará una respuesta de dolor intenso cuando se toque, y el perro puede reaccionar con aullidos o mordiscos si se manipula el área.
Si no está seguro de si la lesión es un esguince o una fractura, lo mejor es consultar a un veterinario de inmediato. Un veterinario utilizará herramientas de diagnóstico, como las radiografías, para diagnosticar con precisión la lesión.
¿El esguince de tobillo de un perro se curará por sí solo?
En muchos casos, un esguince de tobillo en un perro puede sanar con el descanso, el tiempo y los cuidados de apoyo adecuados. Sin embargo, el proceso de curación depende de la gravedad del esguince, de la salud general del perro y de si la lesión se trata adecuadamente.
Esguince leve:
- Tiempo de curación: Un esguince leve puede sanar en 1-2 semanas con un descanso adecuado y una actividad reducida. Es posible que el perro deba estar confinado a una jaula o a un espacio pequeño para limitar el movimiento.
- Administración: El descanso, las compresas de hielo durante las primeras 24-48 horas y los medicamentos antiinflamatorios recetados por el veterinario pueden ayudar a reducir la hinchazón y el dolor.
- Fisioterapia: En algunos casos, un veterinario puede recomendar fisioterapia para ayudar a restaurar la fuerza y la flexibilidad de la articulación.
Esguince severo:
- Tiempo de curación: Un esguince más grave puede tardar varias semanas o meses en curarse, y el perro puede requerir intervenciones médicas adicionales, como vendajes, control del dolor y posible cirugía en casos raros.
- Administración: Los esguinces graves a menudo requieren un tratamiento más intensivo, que incluye un período de actividad restringida, alivio del dolor y fisioterapia.
- Intervención quirúrgica: En algunos casos en los que los ligamentos están significativamente desgarrados, puede ser necesaria una cirugía para reparar el daño y garantizar una curación adecuada.
Es importante tener en cuenta que, si bien los esguinces menores pueden curarse por sí solos con reposo y tratamiento conservador, los esguinces graves que no se tratan pueden provocar inestabilidad crónica, artritis o lesiones adicionales en la articulación.
¿Cuánto dura un esguince de tobillo en un perro?
La duración de un esguince de tobillo en los perros varía según la gravedad de la lesión, la salud del perro y la rapidez con la que se administre el tratamiento.
- Esguince leve: Por lo general, se cura en 1-2 semanas con descanso y cuidados adecuados. Durante este tiempo, es importante evitar cualquier actividad física que pueda agravar la lesión.
- Esguince moderado: Puede tardar de 2 a 4 semanas en sanar, y su perro puede requerir manejo del dolor y fisioterapia para recuperar el rango completo de movimiento.
- Esguince severo: Puede durar varios meses, especialmente si los ligamentos o tendones están significativamente dañados. En tales casos, puede ser necesaria la rehabilitación y posiblemente la cirugía para restaurar la función normal de la articulación.
La clave para una recuperación exitosa es evitar ejercer una presión innecesaria sobre la pierna lesionada, controlar el dolor de manera efectiva y seguir las recomendaciones de tratamiento o rehabilitación de su veterinario.
Tratamiento y manejo de las lesiones de tobillo canino
El tratamiento de una lesión de tobillo canino requiere una combinación de intervención médica, manejo del dolor y rehabilitación. Las opciones de tratamiento varían según el tipo y la gravedad de la lesión.
Descanso y actividad restringida
- Limitar el movimiento y evitar que el perro corra, salte o juegue es esencial para una curación adecuada.
- Su veterinario puede recomendar descansar en la jaula o limitar la actividad de su perro solo a caminatas cortas con correa.
Manejo del dolor
- Se pueden recetar analgésicos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), para reducir el dolor y la hinchazón.
- La terapia de frío (compresas de hielo) en las primeras 48 horas puede ayudar a reducir la inflamación.
Cirugía
- En el caso de fracturas graves, desgarros de ligamentos o dislocaciones, puede ser necesaria una cirugía para reparar la articulación.
- En algunos casos, puede ser necesaria la estabilización de la articulación o la cirugía de reparación del tendón.
Fisioterapia
- Después del período de curación inicial, la fisioterapia, que incluye ejercicios, masajes e hidroterapia, puede ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la articulación lesionada y restaurar la movilidad.
Conclusión
Las lesiones de tobillo canino, ya sean esguinces, distensiones, fracturas o dislocaciones, pueden afectar significativamente la calidad de vida de un perro. El reconocimiento y la intervención tempranos son cruciales para prevenir daños mayores y garantizar una recuperación rápida. Ya sea que su perro se esté recuperando de un esguince o lidiando con una lesión más grave, el cuidado adecuado, el manejo del dolor y la rehabilitación son esenciales. Siempre consulta con un veterinario si sospechas que tu perro tiene una lesión en el tobillo y sigue sus recomendaciones para ayudar a tu perro a sanar y volver a sus actividades normales lo antes posible.

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