Reflujo ácido en perros

El reflujo ácido, también conocido como reflujo gastroesofágico, es una afección común en los perros que ocurre cuando el ácido estomacal y las enzimas digestivas fluyen hacia el esófago. Esto puede causar molestias e irritación en tu perro, al igual que el reflujo ácido en los humanos. Si no se trata, puede provocar problemas de salud más graves, como esofagitis o daños en el esófago. Este artículo explorará los detalles del reflujo ácido en los perros, lo que ayudará a los dueños de perros a tomar medidas rápidas para lidiar con él. ¿Por qué no hacer un seguimiento para aprender más sobre el reflujo ácido en los perros?
¿Pueden los perros contraer reflujo ácido?
Sí, los perros pueden contraer reflujo ácido. Si bien es más común en los humanos, el reflujo ácido afecta a perros de todas las razas y edades, aunque es particularmente frecuente en perros más jóvenes y ciertas razas como Bulldogs y otros perros de cara plana (razas braquicéfalas) debido a su anatomía.
El reflujo ácido ocurre cuando el esfínter esofágico inferior, un músculo en la base del esófago, se debilita o funciona mal. Esto permite que los ácidos y las enzimas del estómago escapen del estómago y fluyan hacia el esófago. La mezcla ácida irrita el revestimiento del esófago, lo que provoca molestias e inflamación.
Síntomas del reflujo ácido en perros
Reconocer los síntomas del reflujo ácido en los perros es crucial para un tratamiento oportuno. Si bien la afección puede variar en gravedad, los signos comunes incluyen:
1. Regurgitación
Los perros con reflujo ácido a menudo regurgitan comida, agua o bilis. Esto difiere del vómito en que la regurgitación es un evento pasivo en el que la comida surge sin las contracciones abdominales activas que se observan en los vómitos.
2. Tragar y tragar
Los perros con reflujo ácido pueden tragar o tragar en exceso con frecuencia, tratando de eliminar el ácido que está subiendo al esófago.
3. Babeo excesivo
El babeo es otro síntoma del reflujo ácido en los perros, especialmente si experimentan molestias o dolor en el esófago.
4. Tos o sibilancias
La irritación causada por el reflujo ácido puede provocar tos o sibilancias, especialmente después de las comidas. El ácido puede aspirar en el sistema respiratorio, causando más complicaciones.
5. Mal aliento
El reflujo ácido a menudo causa un olor agrio y ácido en la boca de tu perro, lo que resulta en mal aliento.
6. Pérdida de apetito
Debido a que el reflujo ácido causa molestias, su perro puede comenzar a evitar comer, lo que resulta en una disminución del apetito o rechazo a comer.
7. Pérdida de peso
Si el reflujo ácido no se trata, el malestar crónico y la reducción de la ingesta de alimentos pueden llevar a la pérdida de peso con el tiempo.
8. Dolor o inquietud
Un perro que experimenta reflujo ácido puede mostrar signos de dolor o inquietud, como caminar, lloriquear o mostrar signos de angustia después de comer.
9. Lloriqueo o llanto
Debido a la incomodidad causada por el ácido que regresa al esófago, algunos perros pueden quejarse o llorar, especialmente después de las comidas o cuando están acostados.
Si su perro presenta alguno de estos síntomas, es esencial consultar a un veterinario para diagnosticar el problema y brindarle tratamiento. El reflujo ácido crónico o no tratado puede causar daño esofágico, por lo que es fundamental abordar el problema a tiempo.
Causas del reflujo ácido en perros
Hay varias causas potenciales del reflujo ácido en los perros. La identificación de estas causas puede ayudar a prevenir futuras ocurrencias y guiar el tratamiento adecuado. Las causas comunes incluyen:
1. Problemas dietéticos
Una de las causas más comunes del reflujo ácido en los perros está relacionada con su dieta. Los alimentos grasos, picantes o muy ácidos pueden desencadenar el reflujo ácido, al igual que las comidas abundantes que estiran el estómago. Las sobras de la mesa, ciertos alimentos para humanos e incluso algunos alimentos comerciales para perros pueden aumentar el riesgo.
2. Comer en exceso o comer demasiado rápido
Los perros que comen demasiado rápido o en exceso tienen un mayor riesgo de reflujo ácido. Las comidas abundantes ejercen una presión adicional sobre el estómago, lo que aumenta la posibilidad de que el ácido se escape al esófago.
3. Obesidad
El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre el estómago del perro, lo que puede contribuir al debilitamiento del esfínter esofágico inferior, lo que aumenta la probabilidad de reflujo ácido.
4. Anestesia
Los perros que se han sometido a una cirugía que requiere anestesia son más propensos al reflujo ácido, especialmente si el anestésico relaja el esfínter esofágico inferior.
5. Problemas congénitos
Algunos perros pueden nacer con un esfínter esofágico débil u otros problemas anatómicos que los hacen más susceptibles al reflujo ácido. Los cachorros son particularmente propensos a esta afección.
6. Hernia de hiato
Una hernia de hiato se produce cuando parte del estómago empuja a través del diafragma hacia la cavidad torácica. Esto puede contribuir al reflujo ácido y es más común en ciertas razas como los bulldogs y otros perros braquicéfalos.
7. Medicamentos
Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los corticosteroides, pueden aumentar la acidez estomacal y contribuir al reflujo ácido en los perros.
8. Estrés
El estrés o la ansiedad pueden contribuir al reflujo ácido al afectar los hábitos alimenticios y la digestión de un perro.
Tratamiento del reflujo ácido para perros
El tratamiento para el reflujo ácido en perros generalmente implica una combinación de cambios en la dieta, modificaciones en el estilo de vida y medicamentos recetados por un veterinario. A continuación, te explicamos cómo puedes controlar y tratar el reflujo ácido en tu perro:
1. Ajustes dietéticos
Alimentar a tu perro con comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de una o dos comidas grandes puede ayudar a reducir la probabilidad de reflujo ácido. Evita alimentar a tu perro con alimentos grasos, picantes o muy ácidos, y opta por una dieta baja en grasas y de fácil digestión.
Algunos perros se benefician de una dieta recetada o especialmente formulada que está diseñada para perros con sensibilidades gastrointestinales. Siempre consulta con tu veterinario antes de hacer cambios significativos en la dieta de tu perro.
2. Elevando los tazones de alimentación
Elevar el plato de alimentación de tu perro puede reducir las posibilidades de que el ácido suba al esófago, especialmente en perros propensos al reflujo. Al colocar el recipiente más alto, ayuda a facilitar una mejor digestión y minimiza el riesgo de reflujo.
3. Inhibidores de la bomba de protones (IBP)
Los veterinarios pueden recetar inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, para reducir la producción de ácido estomacal. Estos medicamentos ayudan a disminuir la acidez del estómago, lo que hace que los episodios de reflujo sean menos dañinos y reduce la irritación en el esófago.
4. Bloqueadores de H2
Los bloqueadores H2, como la famotidina (Pepcid), reducen la cantidad de ácido que produce el estómago, lo que alivia los síntomas del reflujo ácido en los perros. Estos medicamentos se usan comúnmente junto con cambios en la dieta y otros tratamientos.
5. Antiácidos
Los antiácidos de venta libre (aprobados por un veterinario) se pueden usar para neutralizar los ácidos estomacales y proporcionar alivio de la sensación de ardor del reflujo ácido. Sin embargo, siempre consulte a su veterinario antes de administrar cualquier medicamento humano a su perro.
6. Sucralfato
El sucralfato es un medicamento recetado que forma una barrera protectora en el revestimiento del esófago, lo que ayuda a calmar la irritación causada por el reflujo ácido.
7. Control de peso
Si su perro tiene sobrepeso, trabajar en la pérdida de peso a través de una dieta adecuada y ejercicio puede ayudar a reducir la aparición de reflujo ácido. Reducir la presión abdominal por el exceso de grasa puede mejorar la función esofágica y prevenir episodios de reflujo.
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8. Intervención quirúrgica
En casos graves en los que el reflujo ácido es causado por problemas anatómicos como hernias de hiato, puede ser necesaria una corrección quirúrgica. Esto es raro y generalmente se reserva para casos crónicos que no responden al tratamiento médico.
Cuándo consultar a un veterinario
Si los síntomas de tu perro persisten a pesar de los cuidados en casa o si empeoran, es hora de acudir al veterinario. El reflujo ácido crónico puede provocar daño esofágico o afecciones gastrointestinales más graves si no se trata.
Esté atento a los signos de deshidratación, pérdida de peso o dolor intenso, que podrían indicar complicaciones más graves.
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Preguntas frecuentes sobre el reflujo ácido en perros
1. ¿Cuáles son los principales síntomas del reflujo ácido en perros?
Los síntomas del reflujo ácido en los perros incluyen regurgitación, deglución o trago excesivos, babeo, tos, mal aliento, pérdida de apetito y pérdida de peso.
2. ¿Cómo se diagnostica el reflujo ácido en perros?
El reflujo ácido generalmente se diagnostica en función de los síntomas y el historial médico de tu perro. En algunos casos, su veterinario puede usar herramientas de diagnóstico como endoscopia, radiografías o ultrasonidos para confirmar el diagnóstico y evaluar el alcance del daño esofágico.
3. ¿Puedo darle a mi perro antiácidos humanos para el reflujo ácido?
Si bien algunos antiácidos humanos (como la famotidina) pueden ser seguros para los perros, siempre debe consultar a su veterinario antes de administrar cualquier medicamento de venta libre. Las dosis para los perros difieren de las de los humanos, y algunos antiácidos pueden ser perjudiciales.
4. ¿Cómo puedo prevenir el reflujo ácido en mi perro?
Puedes prevenir el reflujo ácido alimentándolo con comidas más pequeñas y frecuentes, eligiendo una dieta baja en grasas y fácil de digerir y manteniendo a tu perro en un peso saludable. Evite darles las sobras de la mesa y alimentos humanos que podrían desencadenar reflujo.
5. ¿Es peligroso el reflujo ácido para los perros?
Si no se trata, el reflujo ácido crónico puede provocar esofagitis, pérdida de peso y complicaciones más graves como estenosis o úlceras esofágicas. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir estos problemas y mantener a tu perro cómodo.
Conclusión
El reflujo ácido en los perros es una afección manejable cuando se trata con prontitud. Al reconocer los síntomas y las causas del reflujo ácido, puedes ayudar a tu perro a evitar molestias y problemas de salud más graves. Si su perro muestra signos persistentes de reflujo ácido, consulte a su veterinario para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados. Con los cuidados adecuados, tu perro puede vivir cómodamente y libre del dolor del reflujo ácido.

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