Displasia de cadera vs. artritis en perros

Los perros, a menudo referidos como "el mejor amigo del hombre", brindan alegría y compañía a millones de hogares en todo el mundo. Sin embargo, al igual que los humanos, los perros también pueden experimentar problemas de salud a medida que envejecen. Dos afecciones ortopédicas comunes que afectan a los perros son la displasia de cadera y la artritis. Si bien estas afecciones comparten algunas similitudes, son distintas en sus causas, síntomas y tratamientos. En este artículo, profundizaremos en las diferencias y similitudes entre la displasia de cadera y la artritis en perros, ayudando a los dueños de mascotas a comprender y cuidar mejor a sus compañeros peludos.
Parte 1: Displasia de cadera en perros
¿Qué es la displasia de cadera?
La displasia de cadera es un trastorno genético del desarrollo que afecta principalmente a razas de perros grandes y gigantes, aunque también puede ocurrir en razas más pequeñas. Consiste en una formación anormal de la articulación de la cadera, donde la bola (cabeza femoral) y la cavidad (acetábulo) no encajan correctamente. Esto conduce a una articulación de la cadera floja e inestable, lo que causa dolor, inflamación y deterioro gradual de la articulación con el tiempo.
Causas de la displasia de cadera:
1. Genética: La genética juega un papel importante en la displasia de cadera. Si los padres de un perro tenían displasia de cadera, existe una mayor probabilidad de que la descendencia herede la afección.
2. Factores ambientales: Si bien la genética es el factor principal, los factores ambientales también pueden contribuir. La sobrealimentación, el crecimiento rápido, el ejercicio excesivo y la obesidad durante la etapa de desarrollo de un cachorro pueden exacerbar la afección.
¿Cómo sé si mi perro tiene displasia de cadera?
- Cojera o cojera: Los perros con displasia de cadera a menudo muestran una cojera o renuencia a poner peso en una o ambas patas traseras.
- Disminución de la actividad: Pueden volverse menos activos y no estar dispuestos a realizar actividades físicas.
- Rigidez y dificultad para levantarse: Los perros con displasia de cadera pueden tener dificultades para ponerse de pie, especialmente después de descansar.
- Sonido audible de "clic": Algunos perros pueden hacer un chasquido o chasquido cuando mueven la articulación de la cadera.
Diagnóstico y tratamiento de la displasia de cadera:
El diagnóstico de la displasia de cadera suele implicar una combinación de exámenes físicos, radiografías y, a veces, técnicas de diagnóstico por imágenes más avanzadas, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. Una vez diagnosticado, las opciones de tratamiento incluyen:
- Medicamentos: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
- Control de peso: Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada es crucial para reducir el estrés en la articulación de la cadera.
- Fisioterapia: Los ejercicios de fisioterapia pueden ayudar a mejorar la fuerza muscular y la estabilidad de las articulaciones.
- Cirugía: En casos graves, pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas como la artroplastia de cadera o la escisión femoral de cabeza y cuello (FHO) para aliviar el dolor y restaurar la movilidad.
Suplementos para la displasia de cadera en perros
Estos son algunos suplementos comúnmente recomendados para perros con displasia de cadera:
Glucosamina y Condroitina: Estos son los suplementos más utilizados para la salud de las articulaciones en los perros. Ayudan a mantener y reparar el cartílago de las articulaciones, lo que puede ser beneficioso para los perros con displasia de cadera.
Suplementos articulares de condroitina:
Ácidos grasos omega-3 (aceite de pescado): Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor de las articulaciones. Los suplementos de aceite de pescado son una buena fuente de estos ácidos grasos.
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MSM (metilsulfonilmetano): El MSM a menudo se combina con glucosamina y condroitina para proporcionar apoyo adicional a las articulaciones. Puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Cúrcuma/Curcumina: La curcumina, el ingrediente activo de la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias naturales y puede ser beneficiosa para los perros con problemas articulares.
Ácido hialurónico: El ácido hialurónico ayuda a lubricar las articulaciones y puede ayudar a reducir la fricción y las molestias en la articulación de la cadera.
Extracto de mejillón de labios verdes: Este suplemento contiene compuestos antiinflamatorios naturales y puede apoyar la salud de las articulaciones.
Colágeno: Los suplementos de colágeno pueden ayudar a mejorar la elasticidad de las articulaciones y reducir la rigidez de las articulaciones.
Vitamina C: Esta vitamina es esencial para la producción de colágeno y puede ayudar con la reparación del cartílago dañado.
Probióticos: Un intestino sano puede ayudar en la función inmunológica general y puede apoyar indirectamente la salud de las articulaciones.
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Analgésicos (recetados por un veterinario): En algunos casos, su veterinario puede recetar analgésicos o medicamentos antiinflamatorios para ayudar a controlar el dolor y las molestias asociadas con la displasia de cadera.
Displasia de cadera e incontinencia intestinal en perros:
La displasia de cadera y la incontinencia intestinal en perros no son afecciones directamente relacionadas, pero ocasionalmente pueden estar conectadas indirectamente debido al impacto de la displasia de cadera en la movilidad y la salud general de un perro.
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Movilidad y debilidad muscular: Los perros con displasia de cadera grave pueden tener dificultades para moverse, caminar o levantarse. Con el tiempo, esta falta de movilidad puede provocar debilidad muscular, incluidos los músculos que controlan la función intestinal. La debilidad en los cuartos traseros puede contribuir a dificultades en la postura y el control muscular, lo que puede provocar incontinencia intestinal.
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Dolor y estrés: La displasia de cadera es una afección dolorosa y los perros con dolor pueden experimentar estrés o ansiedad. El estrés puede afectar el sistema digestivo de un perro y potencialmente provocar cambios en los hábitos intestinales, incluida la incontinencia.
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Medicamentos: A los perros con displasia de cadera se les pueden recetar medicamentos para controlar el dolor y la inflamación. Algunos de estos medicamentos pueden tener efectos secundarios que afectan el sistema gastrointestinal, lo que puede provocar problemas intestinales.
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Control de peso: La displasia de cadera puede dificultar que los perros hagan ejercicio y mantengan un peso saludable. La obesidad es un factor de riesgo para varios problemas de salud, incluidos los problemas intestinales.
Parte 2: Artritis en perros
La artritis es una enfermedad articular degenerativa común que puede afectar a perros de todas las edades, aunque es más frecuente en perros mayores. Ocurre cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos de una articulación se desgasta con el tiempo, lo que provoca dolor, inflamación y disminución de la movilidad articular.
Causas de la artritis:
- Edad: El desgaste relacionado con la edad es la causa más común de artritis en los perros.
- Herida: Las lesiones traumáticas o el estrés repetitivo en una articulación pueden provocar artritis.
- Genética: Algunas razas están genéticamente predispuestas a ciertos tipos de artritis.
¿Cómo sé si mi perro tiene artritis?
- Cojera: Los perros artríticos suelen cojear, y la cojera puede volverse más pronunciada a medida que avanza la enfermedad.
- Rigidez: Los perros con artritis pueden estar rígidos, especialmente después de períodos de inactividad.
- Hinchazón y calor: Las articulaciones afectadas pueden hincharse y sentirse calientes al tacto.
- Dificultad para subir escaleras o saltar: La artritis puede hacer que estas actividades sean un desafío para los perros.
Tipos de artritis en perros:
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Osteoartritis (enfermedad degenerativa de las articulaciones): La osteoartritis es el tipo más común de artritis en los perros. Se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo, lo que provoca dolor en las articulaciones, hinchazón y reducción de la movilidad. Osteoartritis a menudo se asocia con el envejecimiento y puede ser causada o exacerbada por factores como la genética, las lesiones articulares y la obesidad.
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Artritis infecciosa: La artritis infecciosa ocurre cuando bacterias, virus u otros patógenos infectan una articulación. Este tipo de artritis puede ser el resultado de infecciones sistémicas o de la introducción directa del patógeno en la articulación. Es menos común que la osteoartritis, pero puede ser muy grave y requerir atención médica inmediata.
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Artritis inmunomediada: La artritis inmunomediada, también conocida como poliartritis inmunomediada, ocurre cuando el sistema inmunitario del perro ataca por error sus propios tejidos articulares. Este tipo de artritis puede afectar a varias articulaciones simultáneamente y, a menudo, se observa en enfermedades autoinmunes.
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Artritis reumatoide: Artritis reumatoide es un tipo específico de artritis inmunomediada en la que el sistema inmunitario se dirige principalmente a la membrana sinovial (el revestimiento de la cápsula articular). Este tipo es menos común en los perros que en los humanos.
Tratamiento para aliviar el dolor en la artritis (incluida la artritis reumatoide, la osteoartritis, etc.):
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Artritis traumática: La artritis traumática es el resultado de lesiones o traumatismos en las articulaciones, como fracturas, dislocaciones o desgarros de ligamentos. Estas lesiones pueden provocar daños e inflamación en las articulaciones a largo plazo.
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Artritis relacionada con la displasia de cadera: Los perros con displasia de cadera corren el riesgo de desarrollar artritis en las articulaciones de la cadera. Esto ocurre debido a la formación anormal de la articulación de la cadera, lo que provoca el desgaste de la articulación.
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Artritis relacionada con la displasia de codo: La displasia de codo es un problema de desarrollo común en los perros, especialmente en ciertas razas. Puede provocar artritis en la articulación del codo.
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Artritis de rodilla: La artritis también puede afectar la articulación de la rodilla en los perros, especialmente si han experimentado lesiones o problemas de ligamentos, como un ligamento cruzado desgarrado.
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Espondilosis deformante: Esta afección implica la formación de espolones óseos a lo largo de la columna vertebral. Si bien técnicamente no es artritis, puede causar dolor y rigidez en las articulaciones afectadas y, a menudo, se considera en las discusiones sobre problemas de las articulaciones caninas.
Diagnóstico y tratamiento de la artritis:
El diagnóstico de la artritis generalmente implica un examen físico completo, radiografías y, a veces, análisis de líquidos articulares. Una vez diagnosticado, las opciones de tratamiento incluyen:
1. Medicamentos: Los AINE y otros medicamentos para aliviar el dolor pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
2. Suplementos nutricionales: Suplementos como la glucosamina y la condroitina pueden promover la salud de las articulaciones.
3. Fisioterapia: Al igual que la displasia de cadera, los ejercicios de fisioterapia pueden mejorar la función articular.
4. Control de peso: Mantener un peso saludable es crucial para reducir el estrés en las articulaciones artríticas.
5. Cirugía: En casos avanzados, se pueden considerar intervenciones quirúrgicas como la fusión articular o el reemplazo articular.
Entendiendo las 4 etapas de la artritis en perros

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Etapa temprana (artritis leve):
- Cojera o rigidez sutil, especialmente después de descansar.
- Cambios leves en la marcha, como una zancada más corta o un ritmo más lento.
- Molestia o dolor leve, que puede no ser evidente.
- Dificultad ocasional para levantarse o acostarse.
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Etapa moderada (artritis moderada):
- Aumento de la cojera y la rigidez, especialmente al levantarse después del descanso.
- Cambios más notables en la marcha, como cojear o favorecer una pierna.
- Malestar o dolor evidentes, que pueden manifestarse como lloriqueos o renuencia a realizar actividades físicas.
- Reducción del nivel de actividad y disminución del interés en el juego o el ejercicio.
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Etapa avanzada (artritis grave):
- Cojera y rigidez severas, que pueden ser constantes.
- Cambios pronunciados en la marcha, como una cojera significativa o el arrastre de una o más piernas.
- Signos evidentes de dolor, como vocalización, jadeo o inquietud.
- Pérdida sustancial de músculo alrededor de las articulaciones afectadas.
- Dificultad para levantarse, acostarse o realizar actividades cotidianas como subir escaleras o subirse a un automóvil.
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Etapa terminal (artritis terminal):
- Dolor y malestar extremos, a menudo con vocalización constante.
- Movilidad mínima, con dificultad para ponerse de pie o caminar.
- Atrofia muscular importante y deformidades articulares.
- Pérdida de peso notable debido a la movilidad reducida y las dificultades para acceder a alimentos y agua.
- Dificultad para controlar las funciones intestinales y de la vejiga.
Parte 3: Comparación de la displasia de cadera y la artritis
Si bien la displasia de cadera y la artritis son afecciones distintas, comparten algunas similitudes y diferencias que es importante tener en cuenta.
Similitudes:
1. Dolor y malestar: Ambas afecciones causan dolor, que puede variar en intensidad dependiendo de la gravedad de la enfermedad.
2. Disminución de la movilidad: Los perros con displasia de cadera y artritis pueden tener dificultades para moverse, subir escaleras o realizar actividades físicas.
3. Cojeando: La cojera es un síntoma común en ambas afecciones debido al dolor y la rigidez de las articulaciones.
4. Opciones de tratamiento: Los enfoques de tratamiento para la displasia de cadera y la artritis se superponen significativamente. Los medicamentos, el control de peso, la fisioterapia y, en casos graves, la cirugía se pueden utilizar para controlar ambas afecciones.
Diferencias:
1. Edad de inicio: La displasia de cadera generalmente se manifiesta a una edad más temprana, a menudo en cachorros o perros jóvenes, mientras que la artritis es más común en perros mayores.
2. Causa subyacente: La displasia de cadera es principalmente una afección genética con algunas influencias ambientales, mientras que la artritis está relacionada principalmente con la edad, aunque las lesiones también pueden contribuir.
3. Participación conjunta: La displasia de cadera afecta específicamente a la articulación de la cadera, mientras que la artritis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, incluidas las caderas.
4. Predisposición genética: Si bien la genética juega un papel en ambas afecciones, la displasia de cadera tiene un componente genético más fuerte, lo que la hace más común en ciertas razas.
Parte 4: Prevención y manejo de la displasia de cadera y la artritis
Prevenir estas afecciones o controlarlas de manera efectiva es crucial para garantizar la comodidad y la calidad de vida de su perro. Estos son algunos consejos para la prevención y el control:
Prevención:
1. Selección de raza: Si estás pensando en tener un perro, investiga las razas y elige uno menos predispuesto a la displasia de cadera si es posible.
2. Cría responsable: Si eres criador, asegúrate de utilizar prácticas de cría responsables que tengan como objetivo reducir el riesgo de transmitir la displasia de cadera u otras afecciones genéticas.
3. Control de peso: Mantén a tu perro en un peso saludable durante toda su vida para reducir el estrés en sus articulaciones.
4. Nutrición adecuada: Proporcione una dieta bien equilibrada con suplementos que apoyen las articulaciones cuando sea necesario.
Administración:
1. Revisiones veterinarias periódicas: Programe chequeos regulares para detectar cualquier signo de estas afecciones a tiempo.
2. Medicamentos: Trabaje en estrecha colaboración con su veterinario para determinar los medicamentos adecuados para el control del dolor y la inflamación.
3. Fisioterapia: Considera la fisioterapia o los programas de rehabilitación para mejorar la función articular y la movilidad de tu perro.
4. Control de peso: Asegúrate de que tu perro mantenga un peso saludable, ya que el exceso de peso puede exacerbar los problemas articulares.
5. Suplementos para las articulaciones: Hable con su veterinario sobre los suplementos articulares como la glucosamina y la condroitina, ya que pueden ayudar a controlar los síntomas.
6. Cirugía: En casos graves, consulte con un especialista en ortopedia veterinaria para explorar las opciones quirúrgicas.
Parte 5: Conclusión
Comprender las diferencias y similitudes entre la displasia de cadera y la artritis en los perros es esencial para tener una mascota responsable. Si bien ambas afecciones pueden ser dolorosas y debilitantes, la detección temprana, el manejo adecuado y un enfoque proactivo de la prevención pueden mejorar en gran medida la calidad de vida de tu perro.
Si sospecha que su perro puede sufrir de displasia de cadera, artritis o cualquier otro problema de salud, es crucial consultar con un veterinario. Su veterinario puede proporcionar un diagnóstico preciso y desarrollar un plan de tratamiento personalizado para abordar las necesidades específicas de su perro. Con el cuidado y la atención adecuados, puedes ayudar a tu amigo peludo a vivir una vida más feliz, saludable y cómoda, independientemente de si se enfrenta a la displasia de cadera, la artritis o cualquier otro problema de salud.

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