Hernias de perro: causas, síntomas y tratamiento

Las hernias son una afección médica común que afecta no solo a los humanos, sino también a nuestros queridos compañeros caninos. Una hernia canina se produce cuando hay una debilidad o un desgarro en la pared muscular, lo que permite que los órganos o tejidos sobresalgan a través de la abertura. Si bien algunas hernias pueden no causar ningún daño inmediato, otras pueden provocar complicaciones graves si no se tratan. En este artículo, profundizaremos en las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para las hernias de perros, ayudando a los dueños de perros a comprender mejor esta afección y cómo cuidar a sus amigos peludos.
¿Qué es la hernia en perros?
Una hernia en perros es una afección médica caracterizada por la protrusión de órganos o tejidos a través de una debilidad o desgarro en la pared muscular. Al igual que en los humanos, una hernia ocurre cuando hay un espacio o abertura en los músculos que normalmente deberían mantener los órganos o tejidos en su lugar. Esta abertura permite que el contenido interno sobresalga, lo que provoca un bulto o hinchazón notable en el área afectada.
Las hernias en los perros pueden ocurrir en varios lugares, incluida la región abdominal, el área de la ingle, la región umbilical (cerca del ombligo) o incluso el diafragma. Se pueden clasificar en diferentes tipos según su ubicación y causa.
Tipos de hernias caninas
Hay varios tipos de hernias que pueden afectar a los perros, entre ellos:
- Hernias inguinales: Se producen en la zona de la ingle y son más comunes en las perras. Las hernias inguinales pueden ser congénitas (presentes al nacer) o adquiridas debido a un traumatismo o distensión.
- Hernias umbilicales: Estas hernias aparecen cerca del ombligo y son comunes en los cachorros. Ocurren cuando los músculos abdominales no se cierran correctamente después del nacimiento.
- Hernias diafragmáticas: Las hernias diafragmáticas son menos frecuentes pero más graves. Ocurren cuando hay un agujero o debilidad en el diafragma, lo que permite que los órganos abdominales se muevan hacia la cavidad torácica.
- Hernias perineales: Las hernias perineales ocurren cerca de la pelvis y son más comunes en perros machos mayores no castrados. Pueden provocar dificultad para orinar o defecar.
¿Qué aspecto tiene una hernia en un perro?
Los síntomas de una hernia canina pueden variar según el tipo y la gravedad de la hernia. Los síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón o bulto en la zona afectada
- Dolor o malestar, especialmente al tacto
- Dificultad para orinar o defecar
- Letargo o disminución del apetito
- Dificultad para respirar (en el caso de hernias diafragmáticas)
- Vómito o diarrea
¿Cómo se forman las hernias en los perros?
Aunque las hernias pueden aparecer en muchos lugares diferentes y afectar a varios órganos, hay tres causas principales. Algunas hernias en los perros son genéticas, otras son secundarias a un traumatismo y otras son secundarias a una afección médica subyacente, como el embarazo o el esfuerzo para defecar.
- Factores congénitos: Algunos perros nacen con una predisposición a las hernias debido a factores genéticos. En estos casos, es posible que los músculos no se desarrollen adecuadamente durante el desarrollo fetal, lo que deja espacios o debilidades que pueden provocar hernias más adelante en la vida. Se sabe que razas como los Boston Terriers, los pequineses y los Cairn Terriers tienen una mayor incidencia de hernias.
- Traumatismo o lesión: Un traumatismo o lesión contundente en la zona abdominal puede causar hernias en los perros. Los accidentes, como ser atropellado por un automóvil, caer desde una altura o recibir patadas, pueden provocar desgarros o debilidades en la pared muscular, lo que permite que sobresalgan órganos o tejidos.
- Obesidad: El exceso de peso puede ejercer presión sobre los músculos abdominales de un perro, aumentando el riesgo de hernias. Los perros con sobrepeso u obesidad son más susceptibles a desarrollar hernias, especialmente si participan en actividades que requieren esfuerzo físico.
- Embarazo y parto: Las perras pueden desarrollar hernias durante el embarazo o el parto debido a la tensión ejercida sobre sus músculos abdominales. El acto de dar a luz a veces puede causar desgarros o debilidades en la pared muscular, lo que conduce a hernias.
- Tos o estornudos crónicos: Condiciones tales como Tos de las perreras, infecciones respiratorias, o las alergias crónicas pueden hacer que los perros tosan o estornuden con frecuencia. La tos o los estornudos persistentes pueden ejercer presión sobre los músculos abdominales, lo que aumenta el riesgo de desarrollar hernias con el tiempo.
¿Cómo tratar la hernia en perros?
El tratamiento de una hernia en perros suele implicar una intervención quirúrgica, aunque el enfoque específico puede variar según el tipo y la gravedad de la hernia.
Antes de la cirugía, el veterinario realizará un examen físico completo y puede recomendar pruebas diagnósticas como análisis de sangre, estudios de imagen (por ejemplo, ecografía) o radiografías para evaluar el alcance de la hernia e identificar cualquier problema de salud subyacente.
La corrección quirúrgica es el tratamiento principal para la mayoría de los tipos de hernias en los perros. Durante la cirugía, el veterinario hará una incisión cerca del sitio de la hernia, reposicionará cualquier órgano o tejido que sobresalga y reparará el defecto en la pared muscular. La reparación puede implicar suturas, refuerzo con malla u otras técnicas para fortalecer el músculo y prevenir la recurrencia.
¿Cuánto tiempo puede vivir un perro con una hernia?
En general, muchos perros pueden llevar una vida relativamente normal con una hernia, especialmente si la afección es pequeña, asintomática y no causa ninguna molestia o complicación.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que dejar una hernia sin tratar puede provocar complicaciones potencialmente graves. Por ejemplo, las hernias no tratadas pueden quedar encarceladas o estranguladas, donde el órgano o tejido que sobresale queda atrapado y se le corta el suministro de sangre. Esto puede provocar daño tisular, infección e incluso la muerte si no se aborda con prontitud.
¿Se pueden prevenir las hernias en los perros?
Si bien es posible que no sea posible prevenir todos los casos de hernias en perros, hay medidas que los dueños de perros pueden tomar para reducir el riesgo de esta afección:
- Mantener un peso saludable: La obesidad puede ejercer presión sobre los músculos abdominales de un perro, aumentando el riesgo de hernias.
- Evite el trauma: Minimice el riesgo de lesiones a su perro proporcionándole un entorno seguro y supervisando las actividades al aire libre.
- Castra o esteriliza a tu perro: En algunos casos, las hernias pueden ocurrir como resultado del embarazo o el parto. Esterilización perras y Castración Los perros machos pueden reducir el riesgo de hernias asociadas con problemas reproductivos. Los veterinarios pueden sugerir a los dueños de mascotas que esterilicen o castren a los perros de inmediato para evitar que las hernias viajen a un posible grupo de cachorros. Incluso los perros que se han sometido a una reparación quirúrgica de sus propias hernias suelen evitar volver a reproducirse.
Preguntas frecuentes
¿Puede una hernia de perro curarse sola?
En general, las hernias en los perros no se curan por sí solas. Una vez que se desarrolla una hernia, el defecto subyacente en la pared muscular no se repara espontáneamente. Sin intervención, la hernia puede persistir y potencialmente empeorar con el tiempo, lo que lleva a complicaciones como el encarcelamiento o la estrangulación, donde el órgano o tejido que sobresale queda atrapado y se ve privado del flujo sanguíneo.
¿Es una hernia de perro una emergencia?
Estas son algunas situaciones en las que una hernia de perro puede considerarse una emergencia:
- Hernia estrangulada: Los signos de una hernia estrangulada pueden incluir dolor intenso, vómitos, distensión abdominal, letargo y colapso. Esto se considera una emergencia médica y se requiere atención veterinaria inmediata.
- Dificultad respiratoriaEn el caso de una hernia diafragmática, en la que los órganos abdominales se desplazan hacia la cavidad torácica, la hernia puede comprimir los pulmones y provocar dificultad respiratoria. Los perros con hernias diafragmáticas pueden presentar dificultad para respirar, respiración rápida o superficial, cianosis (membranas mucosas teñidas de azul) y debilidad.
- Dolor o malestar agudo: Si un perro con una hernia muestra signos de dolor o malestar agudo, como vocalización, jadeo, inquietud o renuencia a moverse, puede indicar una complicación como encarcelamiento o estrangulamiento de órganos.
- Dificultad para orinar o defecar: Las hernias ubicadas cerca del tracto urinario o gastrointestinal pueden causar obstrucción o interferencia con las funciones corporales normales, lo que provoca dificultad para orinar o defecar.
Conclusión
En conclusión, las hernias caninas son una afección médica relativamente común que puede afectar a perros de todas las edades y razas. Si bien algunas hernias pueden no causar ningún daño inmediato, otras pueden provocar complicaciones graves si no se tratan. Comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para las hernias caninas puede ayudar a los dueños de perros a brindar el mejor cuidado posible a sus compañeros peludos y garantizar su salud y bienestar. Si sospechas que tu perro puede tener una hernia, no dudes en consultar a tu veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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